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16 de julio de 2021

🎕 Virgen del Carmen 🎕 Escapulario 🎕




De qué está compuesto el Escapulario y cómo se puede recibir

El Escapulario del Carmen se compone de dos piezas de lana, de color marrón, unidas entre sí por dos cordones.
El primer escapulario, solamente, tiene que estar bendecido y ser impuesto. Tanto la bendición como la imposición valen para todos los escapularios que substituyan al primero. Después que lo hemos recibido, debemos usarlo siempre y continuamente.



Fórmula breve para la imposición del Escapulario
(Para ser usada por el sacerdote)

"Recibe este Escapulario, signo de una relación especial con María, la Madre de Jesús, a quien te comprometes a imitar. Que este Escapulario te recuerde tu dignidad de cristiano, tu dedicación al servicio de los demás y a la imitación de María".

¡Llévalo! como señal de su protección y como signo de tu pertenencia a la familia del Carmelo, dispuesto a cumplir la voluntad de Dios y a empeñarte en el trabajo por la construcción de un mundo que responda a su plan de fraternidad, justicia y paz!.





Privilegios del Escapulario de la Virgen del Carmen 

No, no basta decir que el Escapulario es una señal de salvación. Yo sostengo que no hay otra que haga nuestra predestinación tan segura..." (San Claudio de la Colombière, S.J.)

1. Es una señal de alianza con Nuestra Señora. Con su uso, manifestamos nuestra  consagración a Ella.

2. Es una señal de salvación. Quien muere con él no padecerá el fuego del infierno.

3. La Santísima Virgen librará del purgatorio, el primer sábado después de la muerte, a todos los que lo porten.

4. Es una señal de protección en todos los peligros.



El Escapulario del Carmen, consagración a Nuestra Señora

El Escapulario del Carmen, como regalo de la Santísima Virgen, es símbolo de una consagración. La propia Madre de Dios fue la que hizo alusión a esa consagración, cuando le dijo a San Simón Stock, en la gloriosa madrugada del 16 de julio de 1251: "...es un pacto de paz y amistad que hago contigo y todos los carmelitas...". Como si dijese: quiero que este pacto que hago contigo, con fundamento en una eterna amistad, esté expresado en mi escapulario, como símbolo de la consagración que me hacéis al recibirlo.


Detalles prácticos sobre el Escapulario

1 – Goza de los privilegios aquél que se hace miembro de la familia carmelitana al recibir el escapulario, que debe ser necesariamente impuesto por un sacerdote, según el ritual previsto. En caso de peligro de muerte, siendo imposible encontrar a un sacerdote, incluso un seglar puede imponerlo, recitando una oración a Nuestra Señora y utilizando un escapulario ya bendecido.

2 – Cualquier sacerdote o diácono puede efectuar la imposición del Escapulario. Para eso, debe utilizar una de las fórmulas para la bendición, prevista en el Ritual Romano.

3 – El escapulario debe ser usado de manera continua (incluso durante la noche); permitiéndose en caso de necesidad, para lavarse por ejemplo, quitárselo, sin perder el beneficio de la promesa.

4 – El escapulario es bendecido solamente una vez, en la imposición, para toda la vida. La bendición del primer escapulario es transmitida a los demás.

5 – La medalla escapularia – El Papa S. Pío X concedió la facultad de substituir el escapulario de tejido por una medalla, que debe tener en una de las caras el Sagrado Corazón de Jesús, y en la otra cualquier imagen de Nuestra Señora. Se puede usar sin interrupción (en el cuello o de otra forma) y gozar de los mismos beneficios. A pesar de ello, la medalla no puede ser impuesta, debe ser utilizada como substitución al escapulario de tela ya recibido. Se recomienda que no se deje de usar completamente el escapulario (por ejemplo, colocándoselo por la noche). De todas maneras, la ceremonia de imposición debe ser hecha necesariamente con el escapulario de tela. Cuando se cambia la medalla, no es necesaria otra bendición.



Condiciones para beneficiarse de las promesas

1 – Para beneficiarse de la promesa principal, la preservación del Infierno, no existe otra condición que la del uso del escapulario, desde que se haya recibido con recta intención, y que lo lleve puesto efectivamente en la hora de la muerte. Se admite a tal efecto, que una persona lo lleva puesto de manera continua, en el caso de que sea privada de su uso, como por ejemplo, los enfermos en los hospitales.

2 – Para beneficiarse del "privilegio sabatino", es necesario cumplir tres requisitos.

a) Llevar puesto habitualmente el escapulario (o la medalla).

b) Conservar la castidad, de acuerdo al propio estado (total, para los célibes; y conyugal para los casados). Hay que decir que ésta es una obligación de todo cristiano, pero sólo gozarán de este privilegio aquéllos que vivan habitualmente en tal estado.

c) Recitar diariamente el pequeño Oficio de Nuestra Señora. Sin embargo, el sacerdote, al hacer la imposición, tiene el poder de conmutar esta obligación, un poco complicada para los laicos comunes. Es costumbre sustituirlo por la recitación diaria del Rosario. Las personas no deben tener recelo de pedir al sacerdote esta conmutación.

3 – Aquéllos que reciben el escapulario y después dejan de usarlo no cometen ningún pecado. Únicamente que dejan de recibir los beneficios. Aquél que vuelva a usarlo, incluso habiéndolo dejado por largo tiempo, no necesita una nueva imposición.



Indulgencias vinculadas al Escapulario

a) Se concede indulgencia parcial a aquél que, llevando piadosamente el Escapulario, o la medalla, haga un acto de unión con la Santísima Virgen o con Dios a través del Escapulario, por ejemplo, besándolo, formulando una intención o un pedido.

b) Se concede indulgencia plenaria (remisión de todas las penas del purgatorio) en el día en que se recibe por primera vez el escapulario, y también en las fiestas de Nuestra Señora del Carmen, 16 de julio; de San Elías, 20 de julio; de Santa Teresa del Niño Jesús, 1 de octubre; de todos los Santos de la Orden del Carmen, 14 de noviembre; de Santa Teresa de Jesús, 15 de octubre; de San Juan de la Cruz, 14 de diciembre y de San Simón Stock, 16 de mayo.

Hay que decir que las indulgencias son recibidas si se cumplen las condiciones habituales: confesión, comunión, desapego de todo pecado, incluso los veniales, y oración por las intenciones del Santo Padre (se acostumbra rezar un Padrenuestro, una Avemaría y el Gloria).



Nota importante

No es necesario decir que aquéllos que deliberadamente viven una vida de pecado, juzgando que por usar el escapulario se salvarán, hacen muy mal. Dios podrá permitir que mueran sin el escapulario.

Sin embargo, no debemos combatir que el escapulario sea usado por los pecadores. San Claudio de la Colombière, jesuita, en un sermón sobre la Virgen del Carmen en la Iglesia de los carmelitas de Lyon, dijo: "No os quiero lisonjear: de ningún modo se puede pasar de una vida pecadora y desordenada para la vida eterna, a no ser por el camino de la sincera penitencia; sin embargo, este sincero arrepentimiento, de tal modo lo sabrá facilitar la más cariñosa de las madres que, cuando menos lo penséis, hará brillar en vuestras almas un rayo de luz sobrenatural que en un instante os hará ver el engaño".









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