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22 de mayo de 2022
🎕Santa Rita de Casia🎕
Santa Rita nació en 1381en el pequeño pueblo de Roccaporena, Italia, se
encontraba a5 km al oeste del pueblo de Cascia.
Era la única hija de una pareja cristiana devota y humilde. Estuvo prometida a una edad temprana con Paolo Mancini,
el era de su aldea natal, con el cual contrajo matrimonio. Con su esposo tuvo un mar de sufrimientos,
vivía un verdadero martirio, pues Pablo era caprichoso y violento. Pero Rita acepta su papel: callar, sufrir, rezar...
ella se consolaba en la oración y le devolvió su crueldad con bondad. Su
bondad y paciencia logran la conversión de su esposo.
Tuvieron dos hijos mellizos, que les llenan de alegría. Pero tiempo después Paolo fue asesinado como resultado de una larga rivalidad familiar.
Rita pudo perdonar debido a sus fuertes convicciones cristianas,
y eso mismo trata de inculcar a sus hijos, pero como eran adolescentes, estaban decididos a vengar la muerte de su padre.
Por mas que trató de que cambiaran de opinión no pudo conseguir que abandonen la
idea de venganza.
Ella solo reza y sucede ahora una escena incomprensible desde un punto de vista natural.
Pide al Señor se los lleve, para evitar un nuevo crimen y el Señor atiende sus súplicas.
Sus oraciones a Dios les impidieron a sus hijos vengarse... Ambos niños murieron por causas naturales, dejando a Rita sin familia, pero no sin esperanza.
Vienen ahora años difíciles. Su soledad, sus lágrimas, sus oraciones. Intenta ahora cumplir el deseo de su infancia; ser religiosa. Tres veces desea entrar en las Agustinas de Casia, y las tres veces es rechazada. Pero por
fin, es admitida, recibió los hábitos de monja y más tarde realizó su profesión de fe
(1417). Tenía 36 años. En el convento pasa 40 años, sólo para Dios llevando a una vida de oración y penitencia.
A la edad de 61 años, mientras rezaba el Viernes Santo ante una imagen de Jesús coronado de espinas, recibió los estigmas en forma de una sola herida en la frente.
La recibió de manos de Cristo, era una larga astilla de madera clavada en el hueso de la frente.
Se trataba de un estigma divino: la marca de la corona de espinas que Jesucristo había exhibido en la cruz.
Le extrajeron la astilla y la guardaron como reliquia sagrada. Cada madrugada el estigma se le volvía a abrir por sí mismo,
fue muy dolorosa y empezó a expeler un fuerte olor inmundo, que se mantuvo milagrosamente el resto de su vida... pero ella lo consideraba una gracia divina.
Ella oraba "Oh amado Jesús, aumenta mi paciencia en la medida que aumentan mis sufrimientos".
La herida duró por el resto de su vida, permaneció hasta su muerte.
Santa Rita falleció un 22 de Mayo de 1457 a la edad de 76 años. Fue canonizada el 24 de mayo de 1900 por León XIII, quien la proclamó 'La Perla Preciosa de Umbría'.
Su cuerpo es venerado en su basílica de Casia.
Por siglos Santa Rita de Casia ha sido una de las Santas más populares en la Iglesia Católica. Ella es conocida como la "« Santa de lo Imposible
»" por sus impresionantes respuestas a las oraciones, como también por los notables sucesos de su propia vida.
También se le conoce como "Abogada de las causas
desesperadas y de las mujeres maltratadas". Estos son los hermosos
títulos llenos de santa esperanza para las almas probadas por el dolor.
22 de mayo de 2020
🎕Santa Rita de Casia y las abejas🎕
Una antigua creencia popular, establece una relación entre las abejas y el primer milagro atribuido a Rita
de Casia durante su vida.
Parecía que desde el primer momento de su nacimiento Dios tenía designios especiales para santa Rita.
Según cuenta la tradición “Ritiana” que, siendo aún bebé, mientras la pequeña dormía en una
cesta en el jardín, se le acercan cinco abejas blancas que comienzan a entrar y
salir de la boca de Rita, sin picarla, en cambio depositaban en su boquita la dulce miel sin hacerle daño
y sin que la niña llorara para alertar a sus padres.
Mientras tanto, un
campesino que estaba trabajando cerca se corta una mano con la hoz. El hombre va
a buscar ayuda y, al pasar junto a la niña, viendo lo que ocurría con las abejas
trata de ahuyentarlas con el brazo herido. Cuando retira la mano hacia sí, se da
cuenta con asombro de que había sanado.
Esto nos resultará familiar, ya que en el caso de San Ambrosio la creencia popular cuenta algo parecido.
Más aún, en los muros del monasterio donde Rita vivió y murió, se pueden encontrar abejas “murarias” a las que se llama “abejas de Rita” por el episodio de su infancia.
Según la tradición, 200 años después de la muerte de Santa Rita estas abejas
comenzaron a salir de los muros del monasterio durante Semana Santa de cada año y permanecían
allí hasta la fiesta de Santa Rita, el 22 de Mayo, cuando retornaban a la inactividad
hasta la Semana Santa del próximo año.
Se dice que el Papa Urbano VIII, sabiendo de este hecho, pidió que una de estas misteriosas abejas blancas le fuera llevada a Roma.
Después de un cuidadoso examen, le ató un hilo de seda y la dejó libre. Esta se descubrió más tarde en su colmena del monasterio de Cascia, a 138 kilómetros de distancia.
Rememorando todo aquello, la Beata Teresa de Casia (Madre Teresa Fasce), abadesa del monasterio, en 1938 fundó «La colmena de Santa Rita» (Alveare di Santa Rita), un orfelinato donde niños huérfanos y sin recursos reciben ayuda para enfrentarse a la vida y las llamó abejitas. También
editó el boletín
Dalle api alle rose (De las abejas a las rosas).
¿Qué
tendrán que ver las abejas con la vida de Rita? ¿Quiere Dios decirnos algo a través de ellas? Quizás quiere decirnos que ella fue una
abejita del Señor, una obrerita silenciosa que trabajó con entusiasmo por dar a todos la dulzura y alegría de su miel espiritual pero
que se guardó para ella el aguijón y los sufrimientos, que ofrecía
por la salvación de los demás.
¿Estarás tú dispuesta a ser una
abejita del enjambre de Jesús? ¿Quieres ser como Rita, una
persona que reparte la miel de la alegría y el amor a los demás?
¿Estás dispuesta a ofrecer como ella tu cruz de cada día por la
salvación de los demás? ¿Estás dispuesta a perdonar a quienes te
han ofendido? Imita a Rita y serás una abejita hermosa del jardín
de Dios.
No se podía encontrar un final más dulce para tan bonita historia.
Los huecos en la pared, donde las abejas tradicionalmente permanecen hasta el siguiente año, pueden ser vistos claramente por los peregrinos que llegan hoy al Monasterio.
Nancy A. Sparrow
22 de mayo de 2019
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