♱ Adviento ♱ Tercer Domingo ♱

Domingo de la alegría o « Gaudete », es una palabra del latín que significa “gózate”, “alégrate”, haciendo referencia a la virtud de la alegría.  Es el gozo que tenemos porque pronto nacerá el Mesías.

Recordamos al apóstol San Pablo cuando nos exhorta, diciendo:

"Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres, porque el Señor está cerca".

Sí el Señor está cerca...  Va a venir a salvarnos, a darnos la paz, a decirnos que Dios nos ama.

¿No es propia la alegría en el corazón de aquellos que experimentan esa cercanía y presencia del Señor?

Así, aunque este tiempo litúrgico sea un período de preparación a través de la conversión penitente del corazón, se nos invita a considerar ante todo que la llegada del Niñito Jesús a la Tierra es motivo de ¡¡ Alegría !!, de ¡¡ Gozo y Acción de Gracias !!.

Y por qué el color rosa...

El color de los ornamentos este día puede ser el rosa en vez del morado, ...el rosa precisamente es un morado más claro, más “relajado”; aparentemente no tiene mucho sentido este día “de descanso”, pero si comprendemos el mensaje que conlleva lo entenderemos mejor.

El mensaje es que la penitencia cristiana no está opuesta a la alegría y que ambas cosas son compatibles e incluso complementarias; lo que se pretende es dar una lección a muchos cristianos que confunden la penitencia con un espíritu de luto, de tristeza, y llegan al extremo de mortificarse a sí mismos privándose de la alegría o directamente no practican la abstinencia.  Se puede perfectamente disfrutar de la vida con alegría, y a la vez practicar lo establecido por la Iglesia desprendiéndose de algunos bienes materiales.

Adviento no es tiempo de mortificación como algunos piensan, sino que es, como los demás días, tiempo de alegría; aunque en este caso se trata de una alegría acompañada de esa abstinencia de muchas cosas materiales preparándose para la Navidad.

Estamos preparando el camino al Señor porque es Adviento, y él va a llegar. Y hemos de prepararle el camino en la alegría.  Nosotras estamos alegres porque esperamos al Señor.

Y con esta alegría hoy día también celebramos la « Solemnidad de la Virgencita de Guadalupe », Emperatriz de América!

Esta fiesta mariana queda por así decirlo, atenuada por el resplandor de la Pascua que celebramos hoy 3er. domingo de adviento.   Sin embargo, ¡hay tanto que decir sobre esta advocación!

Que al contemplar a la Guadalupana dispongamos nuestro corazón como un pesebre vivo en el que Ella, pueda colocar al Salvador recién nacido, porque cuando Jesús nace en un corazón, nunca más la vida puede ser la misma y allí está siempre Ella, nuestra Madre María, contemplándonos con la misma mirada tierna y serena, esa misma mirada que contemplo a Jesús recién nacido en Belén hace más de 2,000 años, ahora nos es concedida por gracia divina desde el Tepeyac hacia todos los pueblos. Que desde el Tepeyac nos alcance el brillo de Santa María de Guadalupe para iluminar nuestro camino de preparación hacia el Adviento.

 Nancy  A. Sparrow