¡Ponte en camino!
Al que prepara el camino al Mesías, a Juan el Bautista, le toca
barrer los caminos, quitar obstáculos, limpiar, arreglar la senda
para que se pueda transitar sin dificultad.
Copiémonos de Juan. Vayamos detrás de él con nuestra vela, intentemos prender luz
de la llama de su profunda fe. ¡Pongámonos en camino, con
ánimo, incansablemente! Merece la pena el esfuerzo.
No
podemos quedarnos paradas. Con el Bautista aprendemos a
nos ser protagonistas sino servidoras, gente que señala dónde
está Belén, dónde está el misterio del Dios que se encarna y se hace pobre para compartir nuestra vida.
La
esperanza del Adviento nos impulsa, es dinámica, no se puede quedar quieta. ¡Adelante!
Sí ¡Adelante! siempre Adelante con sueños, dificultades, promesas, deseos, retos… Adelante en el camino hacia Belén. Que nadie nos pare. Preparémonos por las sendas de la oración y de la entrega!
Nancy Sparrow
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