La historia del Evangelio de Mateo sobre la transfiguración de Jesús es la fuente esencial para comprender los asentamientos que surgieron en la cima de la montaña y el flujo constante de peregrinos.
Jesús llevó consigo a Pedro, Santiago y Juan, su hermano, y los llevó a un lado, en una montaña alta. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro brillaba como el sol y su ropa se puso blanca como la luz. Y he aquí, se les aparecieron Moisés y Elías hablando con él.
Tomando la palabra, Pedro le dijo a Jesús:
-"Señor, ¡es bueno para nosotros estar aquí! Si quieres, haré tres chozas aquí, una para ti, una para Moisés y otra para Elías ".
Seguía hablando cuando una nube brillante los cubrió con su sombra. Y aquí hay una voz desde la nube que dijo:
-"Este es mi Hijo amado: en él estoy muy complacido. Escuchar a él".
Cuando los discípulos escucharon esto, cayeron de bruces y fueron abrumados con gran temor. Pero Jesús se acercó, los tocó y dijo:
-"Levántate y no temas".
Al levantar la vista, no vieron a nadie más que a Jesús solo.. (Mateo 17, 1-9)
No hay comentarios:
Publicar un comentario