Llevaron consigo un caballo y un carruaje, y por el camino se le salió un aro a una de las ruedas.
"Sam -dijo el hombre- sé que eres cristiano, pero dime ¿por qué luchas así? Yo soy ateo y no tengo problemas como ese."
Sam no supo qué decir. Justo entonces, dos patos volaron por encima de ellos. El hombre levantó su arma y se escucharon dos tiros.
" Deja al muerto y ve tras el pájaro herido " -gritó. Sam señaló al pato que estaba aleteando desesperadamente para escapar y dijo:
Esa reflexión encaja con la descripción de Pablo de su experiencia cristiana en Romanos 7. La lucha es una evidencia de la obra de Dios en nuestra vida. El perdón de pecados está disponible, así que no te desesperes.
Recuerda:
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