Se les apareció entonces Dios y les dijo que probaría su sabiduría y que dependiendo de lo que mostraran les salvaría.
Les preguntó entonces Dios qué podían pedirle para arreglar aquel problema y que todos se alimentaran.
-El primero dijo: "Pues aparece más comida", Dios contestó que era una respuesta sin sabiduría, pues no se debe pedir a Dios que aparezca mágicamente la solución a los problemas sino trabajar con lo que se tiene.
-Dijo el segundo entonces: "Entonces haz que la fruta crezca para que sea suficiente", a lo que Dios contestó que No, pues la solución no es pedir siempre multiplicación de lo que se tiene para arreglar el problema, pues el ser humano nunca queda satisfecho y por ende nunca sería suficiente.
-El tercero dijo entonces: "Mi buen Dios, aunque tenemos hambre y somos orgullosos, haznos pequeños a nosotros para que la fruta nos alcance".
¿Saben?,... se nos enseña siempre a que otros arreglen los problemas o a buscar la salida fácil, siempre pidiendo a Dios que arregle todo sin nosotros cambiar o sacrificar nada. Por eso muchas veces parece que Dios no nos escucha pues pedimos sin dejar nada de lado y queriendo siempre salir ganando.
Muchas veces somos egoístas y siempre queremos todo para nosotros.
Seremos felices el día que aprendamos que la forma de pedir a Dios es reconocernos débiles, y ser humildes dejando de lado nuestro orgullo. Y veremos que al empequeñecernos en lujos y ser mansos de corazón veremos la prosperidad de Dios y la forma como ¡¡¡¡¡ El SI escucha !!!!!
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