Libérame de las ansias de querer arreglar la vida de los demás. Que sea pensativa pero no taciturna; solícita pero no mandona. Con el vasto acopio de sabiduria que poseo, parece una lastima no usarla toda, pero tu sabes Señor, que quiero que me queden algunos amigos al final.
Mantén mi mente libre de la recitacion de infinitos detalles del pasado. Dame las alas para ir derecho al grano. Sella mis labios para que no hable de mis achaques y dolores... Ellos van en aumento con el pasar de los años, como tambien mi gusto por recitarlos...
Pido la gracia de poder escuchar con paciencia el relato de los males ajenos. Enséñame la gloriosa lección que, a veces, es posible que este equivocada.
Manten en mi una razonable dulsura, no quiero ser santa... pero es difícil convivir con algunas de ellas; pero una vieja amargada es una de las obras supremas del diablo. Ayudame a extraer de la vida, toda la diversión posible, nos rodean tantas cosas divertidas, que no quiero perderme ninguna.
AMEN.
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