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30 de abril de 2012

Besar el alma

El alma no crece en los árboles, sin embargo se nutre de nuestro entorno, como el cuerpo de la comida. El alma necesita ser alimentada con visiones hermosas, palabras que llenen … o por quien sabe besar el alma.
 
Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión, y nunca juzgar a nadie, simplemente aceptar las personas como son …
 
Besar el alma es abrazarse cuando hay soledad, cuando se está triste … sin decir nada, solo sostenerse con ese abrazo de apoyo.
 
Besar el alma, es sentarse juntos cuando no hay necesidad de hablar, cuando solo hace falta el silencio , al no hacer preguntas …
 
Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo fortaleciendo esa esperanza de vida y de compañía.
 
Besar el alma, es decir un te quiero con la mirada …
 
Besar el alma…. es fácil , solo basta que decidamos bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos rodea y nos consume.
 
Besar el alma… cuantos de nosotros necesitamos de ese beso en el alma que nunca llega?
 
nbas 


Tres cosas importantes en nuestra vida

Existen tres cosas en la vida que una vez que pasan, nunca regresan:
*El Tiempo
*Las Palabras
*LasOportunidades
 
Existen treres cosas en la Vida que pueden destruir a una persona:
*El Enojo
*El Orgullo
*No Perdonar
 
Existen tres cosas en la vida que nunca debes perder:
*La Paz.
*La Honestidad
*La Esperanza
 
Existen tres cosas en la vida de mayor valor:
*El Amor
*La Bondad
*La Familia y los Amigos
 
Existen tres cosas en la vida que no son seguras:
*El Éxito
*La Fortuna
*Los Sueños
 
Existen tres cosas en la vida que forman a una persona:
*La Sinceridad
*El Compromiso
*El Trabajo Duro
 
Existen tres Divinas Personas que son verdaderamente constantes:
*EL PADRE
*EL HIJO
*EL ESPÍRITU SANTO
 
Le pido a DIOS que te bendiga, te guíe y te proteja a través de tu camino... El amor de DIOS siempre estará contigo, Sus promesas son verdaderas... Cuando le entregues a DIOS tus preocupaciones, Él te estará mirando y te llevará hacia adelante..!!
 
Que tengas un bonito día lleno de bendiciones


28 de abril de 2012

¿Qué es la vida?


La vida es una carrera.
No llores si la pista es áspera y la meta distante. Un día la alcanzarás.

La vida es un viaje.
No reclames si las tormentas golpea el casco de la nave o los vientos desgarran las velas. Un día llegarás a tu cielo.

La vida es crecimiento.
No encuentres fallas si la semilla permanece sumergida en la tierra oscura antes de que crezca y floree. Un día tendrás tu cosecha.

La vida es una peregrinación.
No titubees en el camino con autocompasión porque las piedras cortan tus pies y dejas la sangre en el camino. Un día llegarás a la tierra de Dios.

nbas

Botoncitos Feliz Día de la Madre-2






26 de abril de 2012

¿Con quién elegimos convivir?

Durante nuestra vida convivimos, muchas veces con sensaciones, sin quererlas o desearlas, pero también con otras que no valoramos en la medida que se merecen.

Convivimos con: la angustia, el dolor, la duda, la soledad, la ansiedad, la mentira, el temor, el rechazo, el desprecio, la venganza la propia y la ajena, con el silencio, con el mal, con el rencor, con la rutina, con los desencantos, con los prejuicios, con la falta de humildad, con la ausencia de valores y principios, con la critica nuestra y la de ellos, con la ingratitud, con soberbia de los inútiles que no pueden amar, con la incomprensión, con la inseguridad, con la falta de ilusión, con el conformismo, con el odio, con el olvido, con la pérdida, con la falta de libertad, con el pasado sin resolver, con la indiferencia, con los malos pensamientos, sin el perdón, con la envidia del otro y la de uno, con la falta de Fe, sin un rumbo a seguir, con la impaciencia, con el mal humor de uno y el de los demás, con la impotencia de no poder, con el aburrimiento, con la palabra demás...

Pero, siempre hay un pero, también convivimos, con el humor, con la alegría, con la risa de uno y la de los demás, con los colores que nos traen paz y armonía, con el sol que nos da energía, con la lluvia que no nos molesta, de las caminatas por la tarde, con las sorpresas agradables, con las primeras brisas de primavera y con cada una de las estaciones del año que nos enseñan entre otras cosas, no todo es frío o calor, con la posibilidad de conocer la felicidad, de dar amor y de ser correspondido, con la búsqueda de la verdad, con la imaginación, con el bien, con un futuro mejor construido por uno, con el cariño, con el amor, con los afectos, con los abrazos, con las caricias, con la amistad, con charlas placenteras con amigos, con el compañerismo, con la lealtad, con la Fe, con proyectos posibles e imposibles, con las distintas manifestaciones del arte, con la lectura, la música que nos transporta a lugares que uno solo conoce, con fragancias y perfumes que nos dan lugar al placer, con los recuerdos nostálgicos, y con el otro...

Uno, siempre uno, será el que finalmente decida con que quiere convivir...

Eplicación de un sueño

Cierta noche, un hombre que bebía mucho y era esclavo de la botella, tuvo un sueño muy extraño. A la mañana siguiente, él se lo contó a su esposa y a su pequeño hijo.

–En mi sueño –dijo él –yo ví cuatro ratas. Una era gorda, dos eran flacas, y la ultima era ciega.

Ni el hombre ni la esposa pudieron encontrarle significado al sueño. Pero al hijo se le ocurrió una idea. Él sabía que su padre pasaba mucho tiempo en la cantina y gastaba su dinero comprando licor.

–Papá –dijo el hijo–, la rata gorda es el dueño de la cantina de la esquina. Él termina quedándose con todo nuestro dinero.

Las ratas flacas somos mi mamá y yo. ¡Y la rata ciega es usted!

Aquel padre nunca podría olvidar lo que su hijo le dijo.

Sintió remordimiento al darse cuenta de cuan ciego había sido, malgastando su dinero en el licor en ves de comprar lo que su esposa e hijo necesitaban.

Arrepentido, el hombre se arrodilló y oró a Dios pidiéndole que lo ayudara a vencer el tremendo dominio que la bebida tenía sobre él.

Reflexión:

A veces tomar decisiones se nos hace difícil aun cuando lo que estamos haciendo no sea lo mejor para nosotros o las cosas que estemos haciendo no sean correctas, y necesitamos una reprensión fuerte de alguien, un sueño o una ministración de Dios para dejar de hacer las cosas que no están bien.

25 de abril de 2012

Dios es amor

Dios es Amor, Verdad inconfundible.
Dios es Amor. Y es tal su inmensidad,
que ante su Amor no existe el imposible,
y al pecador le ofrece eterna Paz.

Indigno soy de que El en mí pensara.
Yo sé que no merezco su perdón.
Mas con su Amor me limpia y fiel me ampara.
Su Gracia tengo cual precioso don.

Dios es Amor, y lo es, de tal manera,
que a Su Hijo dio por mi alma redimir,
y en cruz murió para que yo tuviera
en su mansión, eterno porvenir.

Dios es Amor. Mas lo que no comprendo,
es que el mortal rechace su Bondad.
Desprecie el don de Dios, y esté escogiendo
su perdición por propia voluntad.

Dios es Amor, y mi alma lo celebra
dando alabanzas a mi Salvador.
Por su Bondad cambió mi suerte negra,
y hoy brilla en mí la lumbre de su Amor.

(Daniel Nuño)

Botoncitos Felíz Día de la Madre

 
 
 

Cuando cortas una flor

Cuando cortas una flor para ti, comienzas a perderla…Porque marchitará en tus manos y no se hará semilla para otras primaveras.

Cuando aprisionas un pájaro para ti, comienzas a perderlo…Porque ya no cantará para ti en el bosque ni criará otros pichones en su nido.

Cuando guardas tu dinero comienzas a perderlo…Porque el dinero no vale por sí, sino por lo que con él se puede hacer.

Cuando no arriesgas tu libertad para tenerla, comienzas a perderla…Porque la libertad que tienes se confirma cuando decides y eliges.

Cuando no dejas partir a tu hijo hacia la vida, comienzas a perderlo…porque nunca lo verás volver a ti, libre y maduro.

Recuerda siempre:

No existe precio por la Libertad. Pero si, una bellísima recompensa para quien la utiliza con grandeza de alma…

Aprende en el camino de la vida la paradójica lección de la experiencia:

“Siempre ganas lo que dejas y pierdes lo que retienes…”

¿Se enojará Dios?

El otro día mientras mí hijo de cuatro años disfrutaba de unas sabrosas cerezas. Lo observaba que estaba muy pensativo de repente me dice:

-¿Mami se enojara Dios que comamos de su fruta?

Me quede sorprendida, porque a veces uno de madre piensa que sus hijos quizá no prestan la atención que nosotros quisiéramos y me recordé que días antes le había estado contando la historia de la creación y diciéndole que Dios había creado todo, que el había creado los árboles, las montañas y las flores.

Y mientras veía a mi hijo comer, meditaba en el hecho de que mi chiquitín pensara que Dios se molestaría porque comemos de su fruta y sin pedirle permiso (según el) por su puesto que termine diciéndole que Dios había dejado las plantas los árboles y la fruta como un regalo para nosotros, para que lo disfrutemos.

Muchas veces nosotros como adultos no pensamos en esas pequeñeces y abusamos de las bendiciones de Dios.

De hoy en adelante, antes de tomar cualquier decisión o antes de comer alguna “fruta” pregúntese... ¿Se enojara Dios?

Me lo enviaron y se los comparto

22 de abril de 2012

Feliz Domingo!

felizdomingo

Aprendí a vivir

Aprendí a mirar las estrellas, alumbrando los sueños con ellas.
A mirar los colores del viento y a sentir el sabor del silencio.
Aprendí a encender ilusiones y a escuchar hablar los corazones, con palabras calladas, con matices de mil sensaciones.

Cuando un día, el dolor tomó mi mano, conocí de frente a la tristeza. la pena y el llanto se marcharon, al sentir el amor y su grandeza.

La soledad, querida compañera, la que con tanto miedo rechazaba, me mostró la paz y la armonía de los momentos que con ella estaba.

Comprendí, el sentido de la vida, viviendo el amor y la desdicha, sintiendo la alegría y la tristeza, conociendo lo breve de la vida.

Aprendí el valor de la paciencia, a calmar los vientos de mi ira, a llenar con mares de esperanza las zonas más oscuras de mi vida.

Es así, que aprendí a vivir. Por todo ello... aprende a vivir sin espinas... ¡No empieces el día de hoy con las espinas de ayer!

El día de ayer y todos los días y años anteriores han pasado ya, están enterrados en el Tiempo. Y no puedes cambiar ya nada en ellos.

¿Te han quedado espinas?
¡No las traigas arrastrando! Porque seguirán pinchándote cada día hasta no dejarte vivir.

Hay espinas que puedes sacudirte echándoselas en las manos a Dios.

Hay heridas de espinas que puedes curar si sabes perdonar de veras.

Pero hay heridas que no podrás curar con todo el amor de este mundo, sólo con el Amor de Dios.

¡Quita el cristal de aumento que pones encima de tus desdichas! Muévete, grita, llora, respira profundo, ora y trata de ser feliz!

De cada espina que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas hemos podido tener la capacidad de tener experiencia, y luego mas adelante poder tomar mejores decisiones...

Lo comparto con mucho amor deseando que esas espinas no se queden ahí, sino que así como se han enterrado podamos sacarlas gracias al bálsamo sanador de Cristo Resucitado.

nbas

21 de abril de 2012

La vida es una copa llena de felicidad

La vida es una copa plena de felicidad, pero nunca se te da llena.
Te dan un sorbito de vez en cuando, un sorbito que tienes que ir llenando gota a gota todos los días, para sobrevivir.

No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca.

Nacemos para luchar por la felicidad... casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.

La felicidad no se va buscando en bienes y placeres. Se actúa bien y ella sola se nos va presentando.

La felicidad no es estar añorando y extrañando todo lo que nos falta sino encajar en todo lo que tenemos.

No vendas tu felicidad...¡regálala!

No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas... Cuesta trabajo, son caros los ingredientes:

Compartir lo que tienes
Amar sin exigencias
Perdonar sin cicatrices
Aceptar sin perfecciones
Agradecer lo que te dan
¡Y no rendirte nunca!

Todo tiene que ir armonizando...... Del panal, un poquito de miel
Del mar un poquito de sal
De la vida un toquecito de optimismo
De la imaginación, algo de sueño
Del dolor, algo de raíz
¡ Y de la fe, algo de roca!

No somos felices, porque no sabemos como llenar nuestra copa, porque no sabemos dar a la vida un máximo de calidad y rendimiento, porque miramos al mundo como un esclavo, al camino empedrado como un imposible, a la mala suerte como una sombra que nos persigue, ¡ al ideal como algo inalcanzable !

No olvides que la más linda manera de ser Feliz es ocuparse de que otros lo sean.
Da mucho de ti mismo y la felicidad llegará SOLA

Llena tu copa...! y salda tu cuenta siendo Feliz.

nbas

El toque de una mano

Existe una piedra preciosa que algunas veces llaman el ópalo de la simpatía.

Si viéramos uno de estos ópalos en el aparador de un joyero, preguntaríamos por qué estaba allí. Es opaco, sin lustre, y sin hermosura. Pero si lo colocamos por un instante en la mano, brillará exhibiendo todos los colores del arco iris. Necesita el calor de la mano humana para poder lucir su hermosura.

En el mundo hay muchas vidas que son sombrías, sin hermosura y sin cariño que están esperando el toque de una mano amiga y la simpatía de un corazón humano; esperan que las comuniquemos con Aquel que puede transformarlas hasta que brillen cual joyas en su corona eterna.

Oseas 11:4
Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor.

Juan 15:13
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.

19 de abril de 2012

Fragmento de un espejo

Al terminar una Conferencia en Grecia, Fulghum se aproximó al director del Instituto que la promovía, Alexandros Papaderos, y preguntó cuál es el significado de la vida. Muchos de los que estaban alrededor se rieron y luego empezaron a dejar el local de la reunión. Papaderos lo miró por mucho tiempo, preguntando con sus ojos si él hablaba en serio y concluyó que si. “Contestaré su pregunta”.

Sacando su cartera del bolsillo , agarró un pequeño espejo redondo. Entonces él dijo:

-“Era un niño pequeño durante la guerra. Un día, en la carretera, hallé los pedazos quebrados de un espejo. Yo guardé el mayor pedazo — Éste aquí. Empecé a brincar con él y me puse fascinado porque yo podía reflejar luz en lugares oscuros donde el sol nunca brillaría — agujeros fondos, hendeduras, armarios oscuros. Continué guardando el pequeño espejo, y cuando yo me torné un hombre, yo conseguí entender qué esto no era solo una broma de niño, pero una metáfora de lo que yo podría hacer con mi vida.

Percibí que soy un fragmento de un espejo cuyo proyecto entero yo no conozco. Con el pedazo que yo soy, puedo reflejar luz — verdad, entendimiento, conocimiento — en los lugares oscuros de los corazones de los hombres y cambiar algunas cosas en algunos de ellos. Quizá otros me vean y hagan lo mismo que yo hago”.

Esa es la grande tarea que Dios nos otorgó — alumbrar las tinieblas existentes en el mundo en que viviremos. No importa cuan malo esté el ambiente donde llegamos, no importa el grado de corrupción de nuestra tierra, no importa cuanto nuestros amigos sean indiferentes al Dios de amor que tanto nos quiere bendecir, cabe a nosotros reflejar luz y disipar la oscuridad.

Si nuestros colegas de trabajo actúan de manera inmoral, seamos diferentes y dejemos la luz del cielo brillar en aquél local. Si nuestros parientes nos critican porque cantamos y glorificamos al Señor en vez de seguir sus pensamientos mundanos, dejemos que la luz de Dios les alcance para que sean también transformados. Si nuestra vecindad camina a pasos anchos para la perdición, encendamos con nuestra vida una lámpara que alumbre todo la calle y también todos los corazones.

Haga un fragmento del espejo de su vida reflejar en todos los lugares oscuros por donde pase.

¿Qué se esconde detrás de tu silencio?

Todas tenemos algo que nos lleva a estar tristes o alegres, siempre tenemos un “minuto de silencio” para nosotras mismas…

Yo siempre necesito estar a solas, estar callada, estar en silencio, y no se piensen que por ello estoy enojada o que me molesta algo, no nada de eso…
Sólo ocurre que a veces necesito eso: silencio.

Silencio para encontrarme a mí misma, para pensar qué debo hacer con mi vida, qué debo hacer con todos mis amigos que son ustedes y unos que otros en la vida real…

Quiero estar muchas veces así, a solas en mi silencio, y no crean que siempre lo entiende quien vive cerca de mí.
No, se piensan que estoy enojada, o que me molesta algo…

El silencio es muy importante para todos, y yo lo recomiendo.

Pienso lo necesario que es el silencio, el estar en un cuarto donde sólo tiene cabida Dios y una misma. Yo trato de hablar con Dios, intento arreglar lo que veo malo en mi vida.
Dios es mi amigo, es mi confidente, y es Él quien está detrás de todos mis silencios.

Yo necesito mi silencio para disfrutar de lo bueno y de lo malo que me da la vida. Trato de analizar cómo van mis cosas, me pregunto en qué punto de mi vida estoy, qué deseo de mi vida personal y profesional, como mujer…

Y les aseguro que después de mis “permitidos silencios” (porque no siempre los logro tener) salgo más renovada, quizás más herida, pero más valiente, y con más ganas de ayudar a quien necesite de mí… (Yo también muchas veces necesito ayuda)

Me gusta mi silencio, porque es en esos momentos cuando puedo encontrarme conmigo misma, detrás de mi silencio aún veo a una mujer a la que le faltan muchas cosas por hacer en esta vida, y veo todos los pequeños secretos que arriba les comenté…

¿Y a ti…? , ¿Te gusta tu silencio? , ¿sabes practicarlo?

Señor, bendícelos a ellos

Señor, bendícelos a ellos, a los que ven con los ojos cerrados, a los que hablan con las manos y escuchan con la vista, porque ellos necesitan de tu ayuda para sobrevivir y vivir mejor.

Señor, bendícelos a ellos, a los que se mueven sentados, a los que caminan con la fuerza de sus hombros y sin mover los pies, para que les des mas fuerza en su espíritu y puedan continuar luchando.

Señor, bendícelos a ellos, a los que piensan con el corazón, a los que pelean con el alma y el cuerpo quieto, a los que utilizan sus recursos sin preocuparse por lo que no tienen, Bendícelos a ellos Señor, porque ellos te demuestran que aceptan incondicionalmente lo que les has dado sin quejarse un instante.

Pero... Bendice aun más, a los ciegos de espíritu, y a los sordomudos del alma, porque ellos también necesitan de tu ayuda para vivir mejor.

Bendice aun más a los paralíticos de sentimientos, y a los lisiados del corazón, para que también les des mas fuerza de voluntad y puedan continuar.

Bendice aun más, a los que tengan muerte prematura de esperanza, a los que vegetan en fe, y a todo aquel que tenga alguna disfunción de pensamiento. Señor, bendícelos a ellos, a los demás... simplemente no nos olvides.

16 de abril de 2012

Aunque no seas artista

Aunque no escribas libros, eres el escritor de tu vida.

Aunque no seas Miguel Ángel, puedes hacer de tu vida una obra maestra.

Aunque no entiendas de cine, ni de cámaras, tu existencia puede transformarse en un film primoroso con Dios de productor.

Aunque cantes desafinado, tu existencia puede ser una linda canción, que cualquier afamado compositor envidiaría.

Aunque no entiendas de música, tu vida puede ser una magnífica sinfonía que los clásicos respetarían.

Aunque no hayas estudiado en una escuela de comunicaciones, tu vida puede transformarse en un reportaje modelo.

Aunque no tengas gran cultura, puedes cultivar la sabiduría de la caridad.

Aunque tu trabajo sea humilde, puedes convertir tu día en oración.

Aunque tangas cuarenta, cincuenta, sesenta o setenta años, puedes ser joven de espíritu.

Aunque las arrugas ya marquen tu rostro, vale más tu belleza interior.

Aunque tus pies sangren en los tropiezos y piedras del camino, tu rostro puede sonreír.

Aunque tus manos conserven las cicatrices de los problemas y de las incomprensiones, tus labios pueden agradecer.

Aunque las lágrimas amargas recorran tu rostro, tienes un corazón para amar.

Aunque no lo comprendas, en el cielo tienes reservado un lugar...

Todo, Todo... depende de tu confianza en Dios y de tu empeño en SER digno hijo suyo.

La ley de Dios es perfecta, que convierte el alma.
El testimonio de Dios es fiel, que hace sabio al sencillo.
Los mandamientos de Dios son rectos, que alegran el corazón.
El precepto de Dios es puro, que alumbra los ojos.
El temor de Dios es limpio, que permanece para siempre.
Los juicios de Dios son verdad, todos justos.

Deseables son más que el oro, y mas que mucho oro afinado; y dulces más que la miel, y que la que destila del panal.Salmos 19: 7 al 10

Aceptación

En el pueblo donde vivía el gran Maestro Zen Hakuin, una joven se quedó embarazada. Su padre la presionó para que revelara el nombre de su amante y al final, para escapar del castigo, la joven dijo que era Hakuin.

El padre no dijo nada más, pero cuando nació el niño se lo llevó a Hakuin, se lo arrojó y le dijo:

-"Parece que éste es tu hijo", agregando toda clase de insultos.

El Maestro Zen sólo dijo:

-"¡Oh! ¿es así?" y tomó el bebé en sus brazos. A partir de este momento a dondequiera que iba, llevaba el bebé consigo, envuelto en la manga de su túnica. En noches de lluvia y de tormenta iba a mendigar leche en las casas vecinas. Muchos de sus discípulos, considerándolo un hombre acabado, se volvieron en contra suya y lo abandonaron. Hakuin no dijo una sola palabra.

Mientras tanto la madre sintió que no podía tolerar la agonía de estar separada de su hijo. Confesó entonces el nombre del verdadero padre y el padre de la joven corrió a ver a Hakuin y se postró ante él rogándole que le perdonara.

Hakuin sólo dijo:

-"¡Oh! ¿es así?" y le devolvió al niño.


Reflexión:

"Esto es aceptación. Todo lo que la vida trae está bien, absolutamente bien. Esta es la cualidad del espejo: nada es bueno, nada es malo, todo es divino. Acepta la vida tal como es. Aceptándola, los deseos desaparecen, las tensiones, el descontento, desaparecen. Aceptándola, uno empieza a sentirse alegre sin razón alguna

14 de abril de 2012

Feliz fin de semana











El no te abandonará

Recuerdo mis conversaciones con una joven, que me contaba su vida, y me decía que nadie nunca la había amado, que a pesar de tener familia, sentía que no la tenía, que siempre ha caminado sola por la vida. Yo comencé a interesarme en su situación, y ayudarla en diferentes situaciones, y un día llorando me dijo por qué haces todo esto por mi?, por qué me muestras tanta bondad?, nunca nadie ha hecho nada por mi, ...yo le contesté: no soy yo, es Dios a través mío, por que Dios vive dentro de mí y Dios es amor. Dios te ama, te lo esta gritando por medio mío.

Así es queridas(os) amiguitas(os), el amor de Dios conmueve, sacia, llena una vida inútil y vacía. El no quiere que ninguno nos perdamos, el te abre las puerta hoy, así en medio de tu dolor y tu desilusión, El esta ahí, y te abre las puertas.

No conocemos los tiempos de Dios ni cuando ha de darnos lo que le pedimos. Pero jamás podemos decir que Dios no cuida de nosotros o que Dios no nos quiera. Todo lo contrario: "somos el fruto del amor de Dios". Si Dios no nos amara, simplemente no existiríamos. Y no debes olvidar que Jesucristo ha muerto en la Cruz por ti; ¿cómo puedes decir que no te ama quien ha dado por ti su propia vida? Lo que tú no serías capaz de hacer por un amigo. Dios nuestro Padre Celestial, dio a su único hijo para salvarnos a nosotros de pecado, de condenación eterna, dio a su hijo por nosotros para darnos vida eterna y en abundancia.

Recuerda siempre que:

Dios nunca nos abandona, incluso en medio de nuestro dolor.

DIOS NOS AMA Y NUNCA NOS ABANDONA

13 de abril de 2012

La senda estrecha

En cierta ocasión previno Dios al pueblo de un terremoto que habría de tragarse las aguas de toda la tierra. Y las aguas que reemplazarían a las desaparecidas habrían de enloquecer a todo el mundo.

Tan sólo el profeta se tomó en serio a Dios. Transportó hasta la cueva de su montaña enormes recipientes de agua, de modo que no hubiera ya de faltarle el líquido elemento en los días de su vida.

Y efectivamente, se produjo el terremoto, desaparecieron las aguas y una nueva agua llenó los arroyos y los lagos y los ríos y los estanques.

Algunos meses más tarde bajó el profeta de su montaña a ver lo que había ocurrido. Y era verdad: todo el mundo se había vuelto loco y le atacaba 'a él y no quería tener nada que ver con él. Y hasta se convenció todo el mundo de que era él el que estaba loco.

Así pues, el profeta regresó a su cueva de la montaña, contento por haber tenido la precaución de guardar agua. Pero, a medida que transcurría el tiempo, la soledad se le hacía insoportable.
Anhelaba tener compañía humana. De modo que descendió de nuevo a la llanura.

Pero nuevamente fue rechazado por la gente, tan diferente de él.

Entonces el profeta tomó su decisión: Tiró el agua que había guardado, bebió del agua nueva y se unió a sus semejantes en su locura.

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Cuando buscas la Verdad, vas solo. La senda es demasiado estrecha para llevar compañía. Pero ¿quién puede soportar semejante soledad?.... Reflexionemos...

Raices

Todos los maestros dicen que el tesoro espiritual es un descubrimiento solitario.

-¿Entonces por qué estamos juntos?,... preguntó uno de los discípulos a Nasrudin, el maestro sufi.
-Ustedes están juntos porque un bosque siempre es más fuerte que un árbol solitario, respondió Nasrudin.


El bosque mantiene la humedad del aire, resiste mejor a un huracán, ayuda a que el suelo sea fértil.
Pero lo que hace fuerte a un árbol es su raíz.


Y la raíz de una planta no puede ayudar a otra planta a crecer.

12 de abril de 2012

La siembra

Un niño de ocho años estaba aprendiendo en la escuela acerca de cómo crecen las plantas. Estaba intrigado con la manera cómo una semillita diminuta que germina en el suelo más tarde podía germinar abriéndose paso a través del suelo como una planta.

Durante esa misma época, él y su familia asistieron al funeral de un miembro de la familia. En el servicio, el pastor habló acerca de la resurrección final de nuestros cuerpos.

Varios días después, cuando la familia pasó en el automóvil por el cementerio, el niño observó: “Allí es donde plantan gente”. Las semillas plantadas en el suelo y los cuerpos sepultados cuando mueren se habían conectado en su joven mente.

El apóstol Pablo usó esta misma ilustración de plantar semillas para describir la muerte, la sepultura y la resurrección cuando escribió a la iglesia de Corinto(1 Corintios 15). Dijo que aun cuando el cuerpo del creyente en Cristo esté sepultado en el suelo, un día éste resucitará a vida nueva(v.42). Nuestro cuerpo natural es débil, pero nuestro cuerpo espiritual quedará libre de enfermedad, deterioro y muerte(v. 43-44). Nuestro nuevo cuerpo será glorificado, dotado de poder y será como el cuerpo resucitado de Jesús.

Esperamos ese día cuando suene la trompeta, los muertos en Cristo resuciten y “seremos transformados”(v.52). Y mientras lo hacemos, difundamos las buenas nuevas de nuestra victoria sobre la muerte por medio de Jesús(v. 56-57).

Reflexión:


La resurrección de Cristo garantiza nuestra propia resurrección.

Todo depende de la actitud

Hace poco me contaron una historia fascinante y conmovedora.
Se trata de un joven que cuando era niño, había perdido su brazo izquierdo. Pero un día, al llegar a la adolescencia, decidió que quería practicar judo, sus familiares trataron de persuadirlo, diciéndole que no podía practicar artes marciales, siendo manco. Pero al muchacho, no le importó la imposibilidad. En lugar de enfocarse en lo que no podía hacer, puso todos sus sentidos y su energía en aquello que sí podía hacer: practicar judo con un solo brazo.

Al poco tiempo, había logrado sorprender a su mismo entrenador, pidiéndole participar en un torneo regional. Para sorpresa de todo el mundo, este muchacho, logró ganar el campeonato y ser el mejor en su categoría.

Un periodista le preguntó cuál era el secreto por el cual había ganado, a pesar que contaba con un brazo de menos que el resto. El joven respondió:

-Dado que tengo la imposibilidad de un brazo, tuve que concentrarme en trabajar muy duro en la gran mayoría de los ejercicios. A diferencia de otros, se que no puedo permitirme errores. Así que, como soy consciente que cuento con menos recursos que la mayoría, tengo que lograr la perfección en lo que hago. Pero el gran secreto -dijo en tono cómplice- es que la única manera que tiene el contrincante para vencerme, es tomándome del brazo izquierdo.

Increíblemente, este muchacho había logrado hacerse fuerte, justamente, en su misma debilidad. En lugar de sentarse a llorar y reclamarle a la vida el porqué ya no tenía su brazo izquierdo, trató de esforzarse al máximo, sacándole utilidad a lo que se suponía era su defecto.

Es que todos, sin excepción, tenemos una debilidad con la que hemos de tener que luchar por lo que nos reste de vida. El gran secreto es la manera en que reaccionamos a ella. Abraham no se detuvo a cuestionar su desierto espiritual, a pesar que el cielo estaba de bronce. El sabía que debía avanzar, aunque no sintiera absolutamente nada de parte de Dios.

La actitud que tomemos en esos momentos críticos es lo que hace que crucemos el desierto en tres semanas, o cuarenta años.

nbas

11 de abril de 2012

¿Existen los amigos?

Hace unos días un amigo, me pregunto si realmente para mí existen los amigos, mi única respuesta fue:


En todo tiempo ama el amigo,
y es como un hermano en tiempo de angustia.

Proverbios 17:17


Por supuesto que creo que existen los amigos, porque si está en la palabra de Dios, es porque si existen y el nos regalo de esas personitas tan especiales.

Si bien es cierto es muy difícil encontrar verdaderos amigos, que sean fieles, leales, sinceros y realmente demuestren amistad desinteresada, muchas veces decimos que los podemos contar con los dedos de una mano, porque en el camino nos encontramos con personas que nos hieren, que nos traicionan y poco a poco nos desilusionamos de la amistad.

En mis relaciones de amistad, me he encontrado con personas falsas, que no se alegran de nuestros éxitos, que sean hipócritas, envidiosos, mentirosos y que solo buscan su propio bien. Es triste cuando brindamos amistad a personas que no la valoran o por alguna u otra razón no pueden dar amor primeramente porque no se aman ellos mismos. Si algo debemos entender es que nadie es perfecto y no podemos encontrar a una persona que nos agrada todo absolutamente todo ella, todos cometemos errores, y como a veces nos hacen sentir mal, debemos tener presente que nosotros muchas veces cometemos el error de hacer sentir mal a las personas, sin intención pero lo hacemos.

Definitivamente Dios creó la amistad, en la Biblia podemos encontrar ejemplos de ellos como David y Jonatán, o en el mejor de los casos lo representa nuestro amado ¡Jesús!


Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.

Juan 15:13


El es nuestro amigo fiel, de eso no hay duda, pero también en el mundo estoy segura que también podemos encontrar esos amigos de verdad que tanto anhelamos. Primero debemos amar a nuestro prójimo como a ti mismo, y si hay personas que considerábamos amigos y ellos no han demostrado serlo, pues no queda más que bendecirlos. Pero de algo estoy segura es que SI EXISTEN LOS AMIGOS, porque Dios me ha bendecido con algunos, el nos dice que pidamos sabiduría, entonces pidámosela para saber elegir a esas personas en las que confiamos, yo lo hice y Dios a puesto personas en mi camino que me han demostrado amistad verdadera, y claro que te los dará si tu se lo pides.

Seamos buenos amigos primero, sembremos amor, lealtad, respeto y confianza y cosecharemos lo mismo.


¡Si existen los amigos! Si ya los tienes Cuídalos y si todavía estas en busca de la verdadera amistad pídele a Dios ¡Amigos de verdad!

Punto de inclinación

En su libro, The Tipping Point (El Punto de Inclinación), Malcolm Gladwell observa que los negocios en apuros suelen cambiar y tener éxito gracias a una decisión clave. Compañías que estaban yéndose a pique ahora crecen con fuerza y tienen mucho éxito debido a una elección que se volvió el punto de inclinación.

Aunque este principio apunta a aquellos que trabajan administrando empresas, también se aplica a los que se comprometen con el avance de la causa de Cristo. Algunas veces nos encontramos contra la pared, luchando con una decisión o situación que podría inutilizar nuestra capacidad para el servicio efectivo a nuestro Rey. En esos momentos críticos cuando podemos tomar una decisión de “punto de inclinación” para cambiar el rumbo de las cosas.

¿La decisión? Rinde tu voluntad y tu corazón a Dios. Santiago 4:7 dice: “Someteos a Dios”, y Romanos 12:1 nos dice “que presentemos nuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios”. Debes estar dispuesto a sacrificar tu agenda por Sus propósitos más grandes.

¿Qué hubiese pasado si Noé le hubiese dicho a Dios: “Yo no hago barcos!” ¿Qué hubiese pasado si José no hubiese perdonado a sus hermanos y no les hubiese protegido de la hambruna que amenazaba sus vidas? ¿O qué hubiese pasado si Jesús se hubiese negado a morir en la cruz?

Rendirse es el punto de inclinación. Cuando tomamos esa elección, Dios puede usarnos para hacer grandes cosas para Él.

Reflexión:


La capitulación se convierte en victoria cuando nos rendimos a Dios.

La batalla dentro de nosotros

Mi doctor notó una pequeña mancha en mi piel, la cual pensó que necesitaba se le prestara atención. Era un problemita que tenía que tratarse para que no se convirtiera en algo peor. Yo no supe que era un problema sino que él lo señaló.
Recetó una crema especial que, al aplicarse, ayudaba a que las células buenas de mi cuerpo fueran hacia esa mancha y combatieran contra las malas, eliminándolas. En otras palabras, la medicina comenzó una pequeña batalla entre las células enfermas y las células buenas.

Existe una batalla similar librándose dentro de cada uno de nosotros como creyentes. Esto es lo que pasa: Los pensamientos pecaminosos moran dentro de nosotros. Tienen que ser tratados por el Espíritu Santo, quien nos ayuda a combatir y eliminar las malas ideas que nuestra carne alimenta. La carne introduce cosas tales como pensamientos inmorales, impureza, discordia, odio y celos(Gál. 5:19-20).

Pero, si clamamos al Espíritu Santo para que venga a rescatarnos, Él combate esas ideas con el fruto del Espíritu: “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio” (v. 22-23).

¿Estás tomando el tratamiento que clama al Espíritu Santo para que luche contra la carne? Así es como ganamos la batalla dentro de nosotros.

Reflexión:


El Espíritu de Dios no conoce la derrota.

La Jerga

¿A qué se refieren los adolescentes cuando dicen que se están “pasándola”? (que están tranquilos y relajados). ¿Qué pasa cuando piden algunas “Lucas”? (eso es, dinero en efectivo). Si a algún adolescente le gusta la ropa nueva de alguien, simplemente podría decir que la ropa está “chévere”, queriendo decir que está de moda. Los adolescentes tienen su propia jerga que algunos de nosotros podríamos no entender, y que siempre parece estar cambiando.

Los creyentes en Jesús también tienen su propia jerga. Usamos jerga común que puede que los incrédulos no comprendan. Por ejemplo, usamos las palabras gracia, salvos, y arrepentimiento. Todas estas son buenas palabras, pero, al compartir nuestra fe, podría ser de mayor ayuda decir, “el regalo de Dios del perdón inmerecido” en vez de gracia. O “hemos sido rescatados de la muerte y hemos recibido vida eterna” en vez de salvos. Y podríamos decir “alejarse de las malas acciones” en vez de arrepentimiento.

El apóstol Pablo estaba dispuesto a ser flexible en su ministerio a fin de alcanzar a tantos como fuera posible con el Evangelio de Cristo (1 Co. 9:19-23). Eso aún podría haber incluido las palabras que usaba para explicar las buenas nuevas de la muerte y la resurrección de Jesús.
Puede que explicar nuestra fe en términos fáciles de entender ayude a que alguien capte el significado de volver a nacer – ser transformado por el amor y el perdón de Jesús.

Reflexión:


Si tenemos la Palabra de Dios en nuestra mente, podemos poner las palabras correctas en nuestra boca.

9 de abril de 2012

Claro que puedes

Cuando quieras hacer algo y oigas tu propia voz susurrándote que no tiene sentido intentarlo siquiera.

Cuando esa voz te dice:
“¿Qué es lo que te hace pensar que puedes hacer esto?”.

Recuerda que hay otra voz que puedes escuchar, la voz de la esperanza y del estímulo. No es la que te dice:
“no puedes hacerlo”,
sino la que te dice:
“¡Claro que puedes!”.

Mucha gente carece de la confianza, la autoestima y la voluntad para intentar el éxito. Algunos empiezan bien, pero no logran terminar bien lo que empiezan.

Algunos tienen miedo de perder; otros tienen miedo incluso de ganar. Hay quienes se desmoralizan porque le prestan atención a la voz que les habla de abandonar el intento y darse por vencidos. Lo que oyen es:
“Puedes olvidarte de eso; jamás lo lograrás”.

Pero hay otro mensaje que también podrás oír si solamente escuchas. Es el que te dice:
“¡Claro que puedes!”.

Como la flor que, creada de una sola semilla, termina por florecer, así también el sueño que guardamos en nuestro interior tiene todo el potencial para volverse realidad.

Donde hay un sí, puede haber un no, pero también se abrirá un camino. Recuerda que la gente también elige al no elegir. No se trata solamente de lo que hacemos, sino muchas veces también de lo que no hacemos. De modo que planifícalo, trabaja para lo que quieres y no tengas miedo de soñar. Piensa en todas las oportunidades en las que alcanzaste tus metas. No hagas caso de las voces que tratan de desmoralizarte; no tienes que darles importancia.

Siempre dependerá de ti no elegir la voz que te dice que no podrás, sino la que te dice:
“¡Claro que puedes!”.

Sueña y dale vida a tus sueños. Depende de ti.

Desconozco el autor

Besar el alma

El alma no crece en los árboles, sin embargo se nutre de nuestro entorno, como el cuerpo de la comida. El alma necesita ser alimentada con visiones hermosas, palabras que llenen … o por quien sabe besar el alma.

Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión, y nunca juzgar a nadie, simplemente aceptar las personas como son …

Besar el alma es abrazarse cuando hay soledad, cuando se está triste … sin decir nada, solo sostenerse con ese abrazo de apoyo.

Besar el alma, es sentarse juntos cuando no hay necesidad de hablar, cuando solo hace falta el silencio , al no hacer preguntas …

Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo fortaleciendo esa esperanza de vida y de compañía.

Besar el alma, es decir un te quiero con la mirada …

Besar el alma…. es fácil , solo basta que decidamos bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos rodea y nos consume.

Besar el alma… cuantos de nosotros necesitamos de ese beso en el alma que nunca llega?


Desconozco el autor

8 de abril de 2012

Leyenda del conejo de pascua

Cuenta esta leyenda que, cuando metieron a Jesús al sepulcro que les había dado José de Arimatea, dentro de la cueva había un conejo escondido, que muy asustado veía como toda la gente entraba, lloraba y estaba triste porque Jesús había muerto.

El conejo se quedó ahí viendo el cuerpo de Jesús cuando pusieron la piedra que cerraba la entrada y lo veía preguntándose quién sería ese Señor a quien querían tanto todas las personas.

Así pasó mucho rato, viéndolo; pasó todo un día y toda una noche, cuando de pronto, el conejo vio algo sorprendente: Jesús se levantó y dobló las sábanas con las que lo habían envuelto.

Un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada y Jesús salió de la cueva ¡más vivo que nunca!

El conejo comprendió que Jesús era el Hijo de Dios y decidió que tenía que avisar al mundo y a todas las personas que lloraban, que ya no tenían que estar tristes porque Jesús había resucitado.

Como los conejos no pueden hablar, se le ocurrió que si les llevaba un huevo pintado, ellos entenderían el mensaje de vida y alegría y así lo hizo.

Desde entonces, cuenta la leyenda, que el conejo sale cada Domingo de Pascua a dejar huevos de colores en todas las casas para recordarle al mundo que Jesús resucitó y hay que vivir alegres.

d/a

Feliz Domingo!

felizpascuaderesurreccion

Oración Domingo de Resurrección

felizpascuaderesurreccion Hoy es el sagrado día de pascua en que Jesús venciendo a la muerte volvió a la vida para que nosotros tuviéramos VIDA en abundancia.


Como corresponde a una familia cristiana, imploremos la bendición divina sobre nuestra familia y nuestra casa (digamos después de cada invocación) "Bendícenos Señor porque somos tus hijos"
- Porque con la resurrección de Jesús venciste la muerte para siempre...
- Porque sellaste una alianza de amor con todo tu pueblo...
- Porque nos liberaste de la esclavitud del pecado...
- Porque nos diste la gracia de ser una familia cristiana...
- Porque prometiste a quienes te son fieles bendecir a los hijos de sus hijos...
- Porque nos das la oportunidad de renovar nuestras vidas en esta pascua...
- Porque nos permites ganar nuestro pan y nos colmas de tus bienes...
- Porque nos reanimas con tu ayuda en medio de las dificultades...
- Porque un día nos reunirás con los seres queridos en la mesa celestial...


JESÚS resucitó!
Amén.

Isita

Pascua de Resurrección

felizpascuaderesurreccion

Hoy junto a la iglesia en todo el mundo nuestro corazón canta:

¡Aleluya! ¡Jesucristo ha resucitado!

¡Y nosotros con Él! Ha traído la Alegría, la Paz y el Amor a nuestros corazones… ¡Gracias Señor! Y este ¡Aleluya! es como te manifestamos nuestro gozo por la Luz, el Sentido y el Valor de nuestras vidas que los renuevas con Tu Amor.

Entonamos con mucha alegría ¡Aleluya! De nuestro corazón sólo Tú puedes arrancar esos cantos de júbilo…Bailamos… Aplaudimos… Sonreímos…Corremos a abrazar. De nuestros corazones se desborda el Amor…Tu Amor…Es el día de los días, el día que hizo el Señor, la tumba está vacía, la muerte ha sido vencida y se nos han abierto de par en par la puertas del Cielo con la entrada de Jesucristo en su Gloria, en la cual nos introduce a nosotros con una esperanza tan cierta que es como si ya estuviéramos en ella…

Celebramos cada año la Pascua de Nuestro Señor, recordamos y revivimos sus gestos y sus palabras, y de ese modo confesamos nuestra fe en la Resurrección de Jesucristo y creemos que aún hoy ésta tiene un gran valor y significado para nuestras vidas y para toda la historia de la humanidad. Si la Pascua de Jesucristo tiene sentido hoy para nosotros los cristianos, somos contemporáneos a la Pascua y la Pascua es contemporánea a nosotros. De hecho, aún hoy en día, ésta es sinónimo de salvación si cada cristiano se adhiere a la Pascua con toda su existencia. Confesar cada año en la liturgia de la Pascua del Señor que Jesucristo ha resucitado entre los muertos significa gritar a cada ser viviente y a toda la creación que “¡El Amor es más fuerte que la muerte!”

Creemos en la resurrección, y eso nos hace cristianos. Y la resurrección no nos sirve para procurarnos dinero, trabajo o salud, ni para prolongar el número de nuestros días…Sino que nos sirve para situarnos en la luz, y darle sentido a nuestra vida, valor a nuestra condición humana y eso no es Nada. La vida nueva no es sólo para pasado mañana...Nuestra vida terrestre lleva la señal de esa vida nueva, abierta para Jesús. En el corazón de nuestras heridas, pruebas, errores, existe un germen de vida, una buena semilla ya en acción… más allá de esta vida.

Y si hacemos memoria, aún sus primeros discípulos se tomaron un tiempo para reconocerlo después de la Resurrección…Y es que se hace tan próximo a nosotros que no le reconocemos de inmediato. Le reconoceremos en aquella misión de testigos que Jesucristo mismo nos confiará, en la Eucaristía, en la Paz que nos dará… ¡Es extraordinario! ¿No es su Resurrección, desde hace más de dos mil años, la fuente de vida, de renovación, de reconciliación, de amor verdadero, de compromiso y de servicio en las vidas de tantos testigos?

Hoy nuestros corazones perciben la Resurrección de Jesucristo con indicios de su presencia en nuestro mundo. Como dicen, muchos destellos que hablan de una luz mayor. Mil sonidos leves que auguran una sinfonía espléndida. Colores que apuntan a un gran cuadro hermoso. El resucitado en nuestro mundo está vivo, en la acción del Espíritu…Y lo genial de todo esto…se nos ha regalado de creer y vivir todo esto…Jesús vive… “¡Jesucristo ha resucitado y nosotros somos sus testigos!... ¡Aleluya! Nos toca vivir, construir, anunciar y proclamar… porque hemos tenido la gracia de escuchar ya un mensaje que aún tiene que llegar muy lejos…

Junto a María Santísima, guía y compañera infatigable de camino, presente este año en el Jubileo de las apariciones de Lourdes, de manera dulcemente providencial...tenemos otro regalo, hemos pasado a la Gruta de Lourdes…y cada vez que lo hagamos nunca saldremos como entramos…saldremos de manera opuesta a la que entramos, en el corazón, en el cuerpo, en el espíritu...como aquella vez en nuestro bautismo… ¿Qué ha ocurrido? En el trayecto, hemos percibido la fuente, Jesucristo Resucitado, fuente del agua viva…a quien estamos llamados a anunciar por todas partes, es la noticia que ningún medio de comunicación social tendría que dejar de señalar: ¡JESUCRISTO HA RESUCITADO!


¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

Camino de la esperanza

felicespascuas

Resulta extraño, pero cierto es que ninguno de los discípulos de Jesús esperaba que él, después de su muerte vergonzosa en la cruz, resucitara. La muerte fue temida por ellos y la resurrección descartada. Ellos debían haberla esperado puesto que el Maestro les habló en muchas ocasiones acerca de ella. Oyeron, pero no comprendieron, parece ser lo que ocurrió.

La verdad es que después de su muerte todos sus seguidores más cercanos huyeron al perder toda ilusión. Los antiguos pescadores volvieron a la orilla del mar para reanudar sus antiguas labores; todo había sido una experiencia transitoria, llena de sueños, pero con un triste final.

Este sabor a derrota abrumaba a dos de los suyos cuando Jesús los encontró mientras caminaban rumbo a Emaús, una aldea situada a más de 11 kilómetros al noroeste de Jerusalén. El sentimiento de fracaso acompañaba las conversaciones de estos dos caminantes quienes, aun sabiendo que unas mujeres no habían encontrado el cuerpo de Jesús y que un ángel les había anunciado su resurrección, no creían. «Nosotros teníamos la esperanza de que él sería el que había de libertar a la nación de Israel. Pero ya hace tres días que pasó todo eso» (Lucas 24.21).

Ni siquiera la presencia física de Jesús fue suficiente para que de una vez por todas ellos creyeran: «Y cuando vieron a Jesús, lo adoraron, aunque algunos dudaban» (Mateo 28.17). ¿Y qué tal el caso de Tomás, mejor conocido como «el incrédulo»? Fue a él a quien Jesús le dijo: «Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!» (Juan 20.27).

Pero algo extraordinario sucedió a aquel grupo de débiles creyentes y es que Jesús, por medio de sus más de diez apariciones demostró haber vuelto a la vida. Fue esa experiencia de encuentro personal con el resucitado la razón de su cambio radical. La resurrección, entonces, pasó a ser la característica más sobresaliente de la predicación de esos primeros cristianos: anunciaron la victoria de la vida sobre la muerte; el triunfo de la esperanza; el comienzo de la vida nueva, y la certeza de nuestra resurrección.

Cristo resucitó. El efecto destructivo de la muerte ha sido vencido por el poder de la vida otorgada por Dios. El mal y la muerte no dictan, pues, la última palabra. El reino de Dios ha certificado ser la razón final de la historia.

Jesús se levantó de los muertos. El mismo que murió en la cruz abandonó la tumba y está con nosotros. El amor de Dios y su justicia triunfaron sobre la muerte y la injusticia; también la verdad y la libertad triunfaron. Su reino se ha inaugurado. ¿Qué nos queda a nosotros sino optar por ese reino y comprometernos en favor de sus valores? La solidaridad, el amor y el servicio son los rasgos que identifican una vida resucitada. ¡Vivamos así! «Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre» (Romanos 6.4).

Domingo de Resurrección

felizpascuaderesurreccion

En cuanto se hace de día, tres mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterrado y ven que no está su Cuerpo.

Un Ángel les dice que ha resucitado.

Van corriendo donde está la Virgen con los Apóstoles y les dan la gran noticia:

-¡Ha resucitado!

Pedro y Juan corren al sepulcro y ven las vendas en el suelo. Ahora entienden que Jesús es Dios. El desconsuelo que tenían, ayer, se transforma en una inmensa alegría. Y rápidamente lo transmiten a los demás Apóstoles y discípulos. Y todos permanecen con la Virgen esperando el momento de volver a encontrarse con el Señor.

Desde entonces, todos los cristianos podemos tratar al Señor, que está Vivo. Hoy estamos muy contentos y es momento de darle constantemente gracias a Dios.

Como Pedro y Juan, tú también tienes que preocuparte de que tus amigos sepan que Jesús ha resucitado, y le traten. Pídele esa preocupación.

7 de abril de 2012

Oración Sábado Santo

Padre nuestro, que estás en los cielos y nos miras a nosotros, pequeñas criaturas de la tierra, reaviva nuestra fe y nuestra esperanza ante el misterio de la muerte.

También tú, junto con tu Hijo, has querido experimentar el gélido silencio del sepulcro. También tú, que eres el eterno Viviente, has querido —por amor y compasión— ser como una semilla enterrada en la tierra. Por tu desconcertante humildad y empatía, concédenos la gracia de saber aceptar con entereza y serenidad la ley natural de la muerte como paso a la vida resucitada.

Amén

Isita

¿Cómo limpio tus heridas?

¿Cómo limpio sus heridas?. Aquella primera herida de Corazón que estando en el Huerto de los Olivos, sabiéndose traicionado, y consciente del tipo de muerte que le esperaba decía:

-"Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya".

¿Cómo quito de su Piel Sagrada el beso traidor? ¿el golpe burlón, los crueles latigazos? ¿la corona que hirió su Cabeza Sagrada? ¿los golpes de tantas caídas? ¿los clavos que traspasaron sus Manos y Pies Sagrados? ¿la herida abierta por la lanza?

¿Cómo saco de su Sagrado Corazón la herida de encontrar en el camino a su Madre Bendita, y queriendo quedarse con Ella, seguir el camino en el cumplimiento de la Divina Voluntad del Padre? ¿Cómo honro su Cuerpo en la Cruz, tan deshonrado por los hombres, que para saciar su sed remojaron sus labios con vinagre? ¿Cómo quito las burlas y humillaciones de los que al pie de su Cruz, sólo sabían proferirle insultos y entre ellos hasta se rifaban su ropa, sin comprender lo que en ésos momentos el mundo estaba consiguiendo?

Sí, limpiaré sus heridas, lo haré: Limpiaré sus heridas en el Huerto de los Olivos, siendo leal. Las limpiaré amándolo por los que no le aman, rindiéndole honores y adoración por los que no lo hacen, siguiendo y cumpliendo su Santa Voluntad aunque ésta se vuelva difícil.

Quitaré el beso traidor, los golpes burlones y los crueles latigazos, siendo fiel a su Amor, respondiendo fielmente a su llamada, evitando herir a los demás.

Sacaré la Corona de espinas que hiere su Cabeza Sagrada, alejando los malos pensamientos, los rencores, las envidias, el odio, el orgullo…

Amaré a su Madre Bendita como Él quiere que la ame, así aliviaré el dolor de su encuentro, su dolor al pie de la Cruz, y de la misma forma que San Juan, la acogeré también en mi corazón como a mi Madre, y la saludaré con muchas Ave Marías.

Honraré su Cuerpo en la Cruz, haciendo de mi cuerpo un verdadero Templo de Dios: cuidando que mi lengua no sea un medio de críticas, difamaciones y mentiras, guardando silencio para no herir. No humillaré y no insultaré, así borraré las humillaciones, burlas e insultos al siempre construir con las palabras.

Con mis ojos, miraré las maravillas que Dios creó para mí, mirando la pureza, la inocencia de los niños, mirando la grandeza del mar, los colores hermosos del universo... Evitaré mirar lo que daña mi alma…

Escucharé el canto de los pájaros, la melodía del mar, los sonidos musicales más hermosos, las palabras que edifiquen; Evitaré escuchar las críticas, las mentiras, las palabras destructivas.

Llenaré mi corazón de Amor, recibiéndolo en la Sagrada Eucaristía, uniéndome siempre a Él por medio de la oración. Así sanaré las heridas de su Corazón.

Saciaré su sed de almas, llevando almas a su Corazón Sagrado, las llevaré hablando del Amor, y sobre todo dando testimonio de Amor con mi vida.

Y cuando caiga, sabré levantarme, consciente de mi pecado y de la Infinita Misericordia de mi Señor que allá arriba en la Cruz decía:

-“Padre perdónalos porque no saben lo que hacen” y “ Hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso".

Perdóname, Señor, por las veces en las que no he sido amor y he contribuido en ser para Ti: latigazo, corona de espinas, beso traidor, palabra hiriente…


Sí, sí, Señor, yo sanaré tus heridas…

d/a

Sábado Santo

Jesús ha muerto. Todo el día de hoy, su Cuerpo reposa en el sepulcro, frío y sin vida. Ahora nos damos cuenta de lo que pesan nuestros pecados. Jesús ha muerto para redimirnos.

Estamos tristes. La Virgen María también está triste, pero contenta porque sabe que resucitará. Los Apóstoles van llegando a su lado, y Ella les consuela.

Pasa el día unido a la Virgen, y con Ella acompáñale a Jesús en el sepulcro. Haz el propósito de correr al regazo de la Virgen cuando te hayas separado de Él.

6 de abril de 2012

Oración Viernes Santo

viernessanto

Al extender tus manos en la cruz, oh Cristo, colmaste al mundo con la ternura del Padre. Por eso entonamos un himno de victoria.
Te dejaste clavar en la cruz para derramar sobre todos la luz de tu perdón, y de tu pecho traspasado fluye hasta nosotros el río de la vida.

Oh Cristo, amor crucificado hasta el fin del mundo en los miembros de tu cuerpo, haz que hoy podamos comulgar con tu pasión y muerte para poder gustar tu gloria de Resucitado.

Amén.


Isita

El camino del perdón

viernessanto

La muerte en una cruz constituía una pena denigrante, tanto que estaba destinada sólo para los esclavos, los provincianos y los criminales más bajos. No era común, por ejemplo, que se crucificara a un ciudadano romano; ellos tenían derechos que los protegían para no recibir esa muerte. Pero Jesús, siendo judío, y habiendo atentado con sus enseñanzas contra las más preciadas instituciones religiosas y políticas, tanto romanas como judías, fue condenado al vilipendio de la cruz. ¡Crucifícale!, fue el grito enfurecido de una turba de fanáticos que creían que Jesús debía morir a causa de su irreverencia.

Caifás, como sumo sacerdote, convino con la muerte de Jesús por considerarlo un blasfemo. Anás, sacerdote suegro de Caifás, investigó a Jesús y decidió que era oportuno darle muerte porque sus palabras eran una agresión al orden religioso de su tiempo. Herodes Antipas, el gobernador, y Poncio Pilato el procurador, se burlaron de él y profirieron la sentencia por conveniencias políticas. Todos por igual, religiosos y políticos, ciudadanos y gobernantes, concertaron la muerte de Jesús y juntos lo condujeron al castigo de la cruz.

La verdad es que Jesús sufrió una muerte violenta por ser fiel a la verdad predicada y por hacer el bien. Su vida y sus principios atrajeron la furia de muchos. No soportaron que sanara a un paralítico porque lo había hecho el día equivocado; no admitieron que se acercara a los marginados y excluidos; no aceptaron que hiciera milagros sin el consentimiento de la jerarquía religiosa; no asintieron que el amor, como él decía, fuera la ley suprema de la vida. Fue perseguido por presentar el rostro generoso de Dios y por hacer presente, por medio de sus acciones, la bondad de ese Dios. Todo esto irritó a quienes se arrogaban la supremacía de la fe y creían que el poder político era intocable.

Jesús murió en medio de una oscura trama de equívocos humanos. Es cierto. Pero su muerte tenía propósitos que trascendían el límite de esa historia terrenal en cumplimiento de los propósitos establecidos por Dios para la humanidad entera. ¡He ahí el meollo de su muerte sacrificial! En la cena de la noche anterior había dicho: «Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados» (Mateo 26.28). Jesús vivió en función de los demás y murió en coherencia con ese mismo destino. Se entregó en la cruz y lo hizo para que todos tuviéramos perdón de pecados; esa fue una entrega consecuente con su vida de servicio. Nada de absurdo había en ella; tampoco nada parecido a un inesperado y trágico final.

La muerte de Jesús es una expresión del amor de Dios; gracias a ella es posible el perdón del Señor: «El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados» (1 Juan 4.10). Es el perdón de Dios y la reconciliación con él lo que está en el centro de la celebración del Viernes Santo. Podemos, entonces, entablar una nueva relación con Dios; estar en paz con él, coexistir en relaciones armoniosas con los demás —que cuánta falta nos hace en este momento de guerras infames—, y vivir una existencia reconciliada con nosotros mismos y con la creación.

Todo eso es posible por medio del crucificado quien se entregó y nos amó para que la entrega y el amor sean posibles entre nosotros. ¡Un mundo distinto es posible!

Pasión de Nuestro Señor: Pasión de la Iglesia

viernessanto

* Después de la Última Cena, Jesús tiene una inmensa necesidad de orar. Su alma está triste hasta la muerte. En el Huerto de los Olivos cae abatido: se postró rostro en tierra (Mateo 26, 39), precisa San Mateo. "Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz; pero no sea yo como quiero, sino como quieres Tú". En Jesús se unen a la tristeza, un tedio y una angustia mortales.

Buscó apoyarse en la compañía de sus amigos íntimos y los encontró durmiendo; pero, entre tanto, uno no dormía; el traidor conjuraba con sus enemigos. Él, que es la misma inocencia, carga con los pecados de todos y cada uno de los hombres, y se ofreció, con cuánto amor, como Víctima para pagar personalmente todas nuestras deudas... y de cuántos solo recibe olvido y menosprecio.

¡Cuánto hemos de agradecer al Señor su sacrificio voluntario para librarnos del pecado y de la muerte eterna! En nuestra vida puede haber momentos de profundo dolor, en que cueste aceptar la Voluntad de Dios, con tentaciones de desaliento. La imagen de la Agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos nos enseña a abrazar la Voluntad de Dios, sin poner obstáculo alguno ni condiciones, aunque por momentos pidamos ser librados, con tal de que así pudiésemos identificarnos con la Voluntad de Dios. Debe ser una oración perseverante.

*Hemos de rezar siempre, por nosotros y por la Iglesia; pero hay momentos en que esa oración se ha de intensificar, cuando la lucha se hace más dura; abandonarla sería como dejar abandonado a Cristo y quedar nosotros a merced del enemigo: "solo me condeno; con Dios me salvo" decía San Agustín.

Nuestra meditación y oración diaria, siempre a través de la Santísima Virgen, para poner el corazón con el de Ella en Dios, siendo verdadera oración, nos mantendrá vigilantes ante el enemigo que no duerme: "vigilad y orad para que no caigáis en tentación..." Y nos hará fuertes para sobrellevar y vencer tentaciones y dificultades. Si nos descuidáramos perderíamos la alegría y nos veríamos sin fuerzas para combatir y dar testimonio de la Verdad.

*Los santos han sacado mucho provecho para su alma y para la Iglesia de este pasaje de la vida del Señor. Santo Tomás Moro nos muestra cómo la Agonía del Señor en Getsemaní ha fortalecido a muchos cristianos ante grandes dificultades y tribulaciones. También él fue fortalecido con la contemplación de estas escenas, mientras esperaba el martirio por ser fiel a la fe.

Y puede ayudarnos a nosotros a ser fuertes en las dificultades, grandes o pequeñas, de nuestra vida ordinaria y aprovecharlas para reparar por nuestras faltas y ofrecer por la Iglesia. El primer misterio doloroso del Santo Rosario puede ser tema de nuestra oración cuando nos cueste descubrir la Voluntad de Dios en los acontecimientos de nuestra vida personal y en los de la historia de la Iglesia que quizá no entendemos. Podemos entonces rezar con frecuencia a modo de jaculatoria:


"Quiero lo que quieres, quiero porque quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras".
(Misal Romano, Acción de gracias después de la Misa, oración universal de Clemente XI)

5 de abril de 2012

Oración Jueves Santo

Partirás solo, Señor, sin nosotros, tus amigos, para afrontar la lucha suprema del enemigo. Partirás solo porque no podemos seguirte antes de que hayas vencido a aquel que nos divide. Pero nos encontrarás en lo hondo de tu soledad, y nosotros te encontraremos en el fondo de nuestra humillación.


Señor Jesús, nosotros no sabemos cuál es la hora más dulce y pura del amor: si la que nos reúne
juntos, confiados y descansados sobre tu pecho, o la ,que nos dis-persa en la noche perdidos y abatidos de tristeza. Pero si tú, desde tu lejanía de condenado a muerte, te vuelves un momento a mirarnos, percibiremos en la luz de tus ojos una chispa del insondable misterio que hoy nos pesa en el corazón y que mañana contemplaremos sin velos en el rostro del Amor.

Amén.

Isita

El camino del Servicio

Sucedió en la noche del jueves de aquella primera Semana Santa; la última en la vida terrenal de Jesús. Después de que el sol se ocultaba se daba inicio a la celebración de la Pascua, la fiesta más importante para todo el pueblo; aquella en la que se recordaban las acciones liberadoras de Dios cuando eran esclavos en Egipto.

Durante la mañana y la tarde de aquel jueves Jesús se preparó para la cena. Escogió el lugar, e hizo los demás arreglos. La muerte se aproximaba y él lo sabía muy bien. Por eso quiso hacer una cena diferente, en la cual lo más importante fuera la confraternidad con sus discípulos y en la que pudiera expresar sus palabras finales para ellos.

Cuando todo estuvo preparado Jesús se quitó el manto que vestía y se ató una toalla a la cintura, luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavar los pies de sus discípulos. Pedro fue el primero en sorprenderse, y hasta se opuso. ¿Cómo era posible que el Maestro se vistiera como un esclavo y quisiera lavarles los pies a sus seguidores? ¿Acaso no había declarado ser el Hijo de Dios y estar revestido de todo poder? ¡Cuál no sería la desilusión de los discípulos! Lo que ellos querían era ver a Jesús haciendo demostraciones de poder y de superioridad, sobre todo ahora que la muerte los amenazaba. ¡Pero no!, ahí estaba él vestido como un esclavo y dispuesto a inclinarse hasta el suelo para lavarles los pies.

Avanzada la noche, y antes de servirse la cena, Jesús nos enseñó que la verdadera grandeza se mide por nuestra capacidad de servicio a los demás. Ser grande no es disfrutar del placer arrogante de ser servido por otros, sino tener la disposición de servir a los demás —a quienes más nos necesitan— y de hacerlo con desinterés y generosidad.

Para los cristianos, el jueves santo rememora la institución de la cena del Señor o eucaristía, y en ella Cristo mismo nos invita a servir a los demás así como también él lo hizo: «Pues si yo, el Maestro y Señor, les he lavado a ustedes los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado un ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo que yo les he hecho» (Juan 13.14–15).


Reflexión

Se entregó en la cruz y lo hizo para que todos tuviéramos perdón de pecados; esa fue una entrega consecuente con su vida de servicio. Jesús sufrió una muerte violenta por ser fiel a la verdad predicada y por hacer el bien. Su vida y sus principios atrajeron la furia de muchos. No soportaron que sanara a un paralítico porque lo había hecho el día equivocado; no admitieron que se acercara a los marginados...

Jueves Santo

La última Cena. Por la mañana de¡ Jueves, Pedro y Juan se adelantan para preparar la cena en Jerusalén.

A la tarde llegaron al Cenáculo. Allí Jesús lavó los pies uno a uno.

Luego, sentados a la mesa celebra la primera Misa: les da a comer su Cuerpo y su Sangre y les ordena sacerdotes a los Apóstoles para que, en adelante, ellos celebren la Misa.

Judas salió del Cenáculo antes, para entregarle.

Jesús se despidió de su Madre y se fue al huerto de los Olivos.

Allí sudó sangre, viendo lo que le esperaba. Los discípulos se durmieron.

Llegó Judas con todos los de la sinagoga y le da un beso. Entonces, le cogieron preso y todos los Apóstoles huyeron. Lo llevan al Palacio de Caifás, el Sumo Sacerdote. Le interrogan durante toda la noche: no duerme nada.

Hazle tú hoy compañía al Señor, que está solo. Haz el propósito de no abandonarle nunca, y de visitarle con frecuencia en el sagrario.

4 de abril de 2012

El árbol de la Cruz

Una vez una persona andaba buscando al Señor. Le habían comentado de una invitación que hacía a todos para llegar hasta su Reino, donde dicen que tenía reservada una morada para cada uno de sus amigos, y él también tenía ganas de ser amigo del Señor. ¿Por qué no? Si otros lo habían logrado, ¿qué le impedía a él llegar a ser uno de ellos? Averiguando acerca del paradero, se enteró de que el Señor se había ido monte adentro con un hacha, a fin de preparar para cada uno de sus amigos, lo que necesitaría para el viaje y se largó a campearlo.

Los golpes del hacha lo fueron guiando hasta una isleta. Atravesó el bosque tratando de acercarse al lugar de donde provenían los golpes. Al fin llegó y se encontró con el mismísimo Señor que estaba preparando las cruces para cada uno de sus amigos, antes de partir hacia su casa, a fin de disponer un lugar para cada uno.

-¿ Qué estás haciendo? -le preguntó el joven al Señor.

-Estoy preparando a cada uno de mis amigos la cruz con la que tendrán que cargar para seguirme y así poder entrar en mi Reino.

-¿Puedo ser yo también uno de tus amigos? -volvió a preguntar el muchacho-

-¡Claro que sí! -le dijo Jesús-.

Es lo que estaba esperando que me pidieras. Si quieres serlo de verdad, tendrás que tomar también tu cruz y seguir mis huellas. Porque yo tengo que adelantarme para ir a prepararles un lugar.

-¿Cuál es mi cruz, Señor?

-Esta que acabo de hacer. Sabiendo que venías y viendo que los obstáculos no te detenían, me dispuse a preparártela especialmente y con cariño para ti.

La verdad que muy, muy preparada no estaba. Se trataba prácticamente de dos troncos cortados a hacha, sin ningún tipo de terminación ni arreglos.

Las ramas de los troncos habían sido cortadas de abajo hacia arriba, por lo que sobresalían pedazos por todas partes. Era una cruz de madera dura, bastante pesada, y sobre todo muy mal terminada.

El joven al verla pensó que el Señor no se había esmerado demasiado en preparársela. Pero como quería realmente entrar en el Reino, se decidió a cargarla sobre sus hombros, comenzando el largo camino, con la mirada en las huellas del Maestro.

Y cargó la incómoda cruz. Hizo también su aparición el diablo, es su costumbre hacerse presente en estas ocasiones, y en aquella circunstancia no fue diferente, porque donde anda Dios, acude el diablo.

Desde atrás le pegó el grito al joven que ya se había puesto en camino.

-¡Olvidaste algo! Extrañado por aquella llamada, miró hacia atrás y vio al diablo muy comedido, que se acercaba sonriente con el hacha en la mano para entregársela.

-Pero ¿cómo? ¿ También tengo que llevarme el hacha? - preguntó molesto el muchacho.

-No sé -dijo el diablo haciéndose el inocente. Pero creo es conveniente que te la lleves por lo que pueda pasar en el camino. Por lo demás, sería una lástima dejar abandonada un hacha tan linda.

La propuesta le pareció tan razonable, que sin pensar demasiado, tomó el hacha y reanudó su camino. Duro camino, por varias cosas. Primero, y sobre todo, por la soledad. Él creía que lo haría con la visible compañía del Maestro. Pero resulta que se había ido, dejando sólo sus huellas.

Siempre la cruz encierra la soledad, y a veces la ausencia que más duele en este camino es la de no sentir a Dios a nuestro lado. Algo así como si nos hubiera abandonado.

El camino también era duro por otros motivos. En realidad no había camino. Simplemente eran huellas por el monte. Hacía frío en aquel invierno y la cruz era pesada. Sobre todo, era molesta por su falta de terminación. Parecía como que las salientes se empeñaran en engancharse por todas partes a fin de retenerlo. Y se le incrustaban en la piel para hacerle más doloroso el camino.

Una noche particularmente fría y llena de soledad, se detuvo a descansar en un descampado.

Depositó la cruz en el suelo, a la vez que tomó conciencia de la utilidad que podría brindarle el hacha. Quizá el Maligno -que lo seguía a escondidas- ayudó un poco arrimándole la idea mediante el brillo del instrumento.

Lo cierto es que el joven se puso a arreglar la cruz. Con calma y despacito le fue quitando los nudos que más le molestaban, suprimiendo aquellos muñones de ramas mal cortadas, que tantos disgustos le estaban proporcionando en el camino. Y consiguió dos cosas.

Primero, mejorar el madero. Y segundo, se agenció de un montoncito de leña que le vino como mandado a pedir para prepararse una hoguera con el que calentar sus manos ateridas. Y así esa noche durmió tranquilo.

A la mañana siguiente reanudó su camino. Y noche a noche su cruz fue mejorada, pulida por el trabajo que en ella iba realizando.

Mientras su cruz mejoraba y se hacía más llevadera, conseguía también tener la madera necesaria para hacer fuego cada noche.
Casi se sintió agradecido al demonio porque le había hecho traerse el hacha consigo. Después de todo había sido una suerte contar con aquel instrumento que le permitía el trabajo sobre su cruz.

Estaba satisfecho con la tarea, y hasta sentía un pequeño orgullo por su obra de arte. La cruz tenía ahora un tamaño razonable y un peso mucho menor. Bien pulida, brillaba a los rayos del sol, y casi no molestaba al cargarla sobre sus hombros. Achicándola un poco más, llegaría finalmente a poder levantarla con una sola mano como un estandarte para así identificarse ante los demás como seguidor del crucificado.

Y si le daban tiempo, podría llegar a acondicionarla hasta tal punto que llegaría al Reino con la cruz colgada de una cadenita al cuello como un adorno sobre su pecho, para alegría de Dios y testimonio ante los demás.

Y de este modo consiguió su meta, es decir, sus metas. Porque para cuando llegó a las murallas del Reino, se dio cuenta de que gracias a su trabajo, estaba descansado y además podía presentar una cruz muy bonita, que ciertamente quedaría como recuerdo en la Casa del Padre.

Pero no todo fue tan sencillo. Resulta que la puerta de entrada al Reino estaba colocada en lo alto de la muralla. Se trataba de una puerta estrecha, abierta casi como ventana a un altura imposible de alcanzar.

Llamó a gritos, anunciando su llegada. Y desde lo alto se le apareció el Señor invitándolo a entrar.

-Pero, ¿cómo, Señor? No puedo. La puerta está demasiado alta y no la alcanzo.

-Apoya la cruz contra la muralla y luego trepa por ella utilizándola como escalera -le respondió Jesús-.

-Yo te dejé a propósito los nudos para que te sirviera. Además tiene el tamaño justo para que puedas llegar hasta la entrada.

En ese momento el joven se dio cuenta de que realmente la cruz recibida había tenido sentido y que de verdad el Señor la había preparado bien.

Sin embargo, ya era tarde. Su pequeña cruz, pulida, y recortada, le parecía ahora un juguete inútil.

Era muy bonita pero no le servía para entrar. El diablo, astuto como siempre, había resultado mal consejero y peor amigo.

Pero, el Señor, es bondadoso y compasivo. No podía ignorar la buena voluntad del muchacho y su generosidad en querer seguirlo. Por eso le dio un consejo y otra oportunidad.

-Vuelve sobre tus pasos. Seguramente en el camino encontrarás a alguno que ya no puede más, y ha quedado aplastado bajo su cruz. Ayúdale tú a traerla.

De esta manera tú le posibilitarás que logre hacer su camino y llegue. Y él te ayudará a ti, a que puedas entrar...

nbas

 

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