Bríndate la misma calidad de comprensión que dispensas a los otros.
Profundiza tu capacidad de juzgar con bondad y sabiduría las luchas de tu propia vida.
Todo aquello que rechazas en tu persona, también te causará rechazo en los otros.
Si eres poco comprensiva con respecto a ti misma, ignorarás al prójimo.
Si te juzgas duramente, también criticarás a los demás.
Si sientes vergüenza, culparás a los demás.
Si no puedes perdonarte, serás implacable con los otros.
Si pierdes la fe en ti misma, dejarás de apoyar a los otros.
Tu capacidad de entrega al prójimo refleja tu capacidad de darte a ti misma.
El círculo de amor debe incluirte a ti.
Si no es así, es preciso reparar la brecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario