Cuatro Velitas se estaban consumiendo lentamente...
El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo entre ellas.
La primera dijo:
-¡Yo Soy la vela de la Paz!... A pesar de mi Luz, las personas no consiguen mantenerse unidas y por no respetar la forma de pensar de los demás se la pasan peleándose y no pueden vivir en paz.
Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.
La segunda dijo:
-¡Yo Soy la vela de la Fe!... es triste ver como las personas ya no confían en Dios y se dejan llevar por los afanes de esta vida.
Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y esta se apagó.
Por ultimo la vela del amor dijo :
-¡Yo Soy la vela de la Amor!... para que seguir iluminando los corazones humanos, si cuando logro encender esta llama en su interior, su egoísmo se encarga de apagarla.
Así que se apago totalmente
De pronto entro un niño y vio las 3 velas totalmente apagadas, se acerco a la cuarta vela y le pregunto:
-¿Qué les paso?, por qué se apagaron si ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.
Entonces la cuarta vela, habló y le dijo al niño :
-No tengas miedo, niño, en cuanto yo esté encendida, podemos encender las otras velas.
Entonces el niño tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que estaban apagadas.
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La esperanza no es fingir que no existen los problemas, es la forma de aceptarlos con la certeza absoluta de que tarde que temprano tendrá solución.
Cuando a veces se apaga la vela de la fe por el viento de las dudas, la llama de la esperanza que siempre esta encendida por la palabra divina, nos ayuda a encender de nuevo la vela de la fe, por medio de milagros, consejos, testimonios, mensajes, etc…
Aviva siempre el fuego de tu velita de la esperanza y verás que todo tiene solución!
nbas
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