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16 de mayo de 2012

Una historia en el desierto

Hace muchos siglos un hombre árabe llamado Beremis Samir, conocido por su sabiduría, caminaba un día de viaje cuando se encontró en la mitad de un camino a 3 hombres que discutían calorosamente frente a un lote de camellos…
 
Y al detenerse Beremis Samir y preguntarles el motivo de la discusión, uno de los alegadores le respondió lo siguiente:
 
-“Somos hermanos y recibimos estos 35 camellos como herencia de nuestro padre, que acaba de fallecer. Yo, porque soy el mayor, debo quedarme, conforme a la voluntad del finado, con la mitad de los 35 camellos. Este, que es el segundo, debe recibir la tercera parte. Y aquel, que es el menor, la parte novena de los treinta y cinco camellos”.
 
-Pero es imposible hacer tales cálculos según lo dispuesto por mi padre, respondió otro de los 3 hermanos.
 
Beremis Samir pensó por un momento, se bajo de su camello y lo agrego al lote de los 35 camellos y les dijo, señores:
 
-Agregando mi camello se suman 36
 
Los otros se quedaron sorprendidos por la generosa actitud de aquel hombre, pero aguardaron callados a que la esclareciera. Y así lo hizo, en efecto, Beremis Samir.
 
-“Agregando mi camello a los vuestros, hacen treinta y seis. De modo que… toma tú la mitad que te corresponde”.
 
Separó Beremis para el mayor de los hermanos la mitad de 36, o sea, 18 camellos.
 
Volviéndose, enseguida, al segundo hermano, prosiguió:
 
-“Tú debías recibir la tercera parte. Siendo treinta y cinco camellos, no habría sido posible que la recibieras, pues la tercera parte de treinta y cinco son once y pico. Y los camellos no tienen pico. Pero ahora, siendo, con el mío que agregué a los vuestros, treinta y seis…ten. Ahí van tus doce camellos: la tercera parte exacta de treinta y seis, como ves”.
 
-Queda por darte tu parte le dijo baremis al último hermano , según el testamento de tu padre es la novena parte y la novena parte de 36 son 4 camellos , así que tómalos
 
Y el menor de los hermanos los tomó, muy contento. Entonces, Beremis Samir sumó lo que había repartido y dijo:
 
-“Pues ya has recibido dieciocho camellos tú, doce el segundo hermano y cuatro camellos el menor, aún habiendo recibido cada uno más de lo que les hubiese correspondido ser sólo treinta y cinco camellos… entonces sumemos: 18 más 12 son 30. Más 4, 34. Quiere decir que de los treinta y seis camellos, sobran dos. Uno es el que yo puse. Y el otro, el que me corresponde por haberlos ayudado a resolver el problema”.
 
Y Beremis Samir dejó a todos los hermanos contentos y, montando en su camello nuevamente, se fue con el otro camello que había ganado por su ayuda …
 
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Esta historia es un claro ejemplo de lo que está escrito:
 
“El que siembra escasamente también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”
 
Para poder recibir primero debemos dar , esa es una ley de la vida y divina.
nbas

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