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30 de mayo de 2012

La sabia voz del vacío

El lama impartía enseñanzas a los monjes y novicios del monasterio.
 
Siguiendo la doctrina del Buda, ponía especial énfasis en captar la transitoriedad de todos los fenómenos, así como de aquietarse, retirarse de los pensamientos y, en meditación profunda, percibir en el glorioso vacío interior la voz de la mente iluminada. Mostraba métodos muy antiguos a sus discípulos para que pudieran apartarse del pensamiento y vaciar la mente de inútiles contenidos.
 
-Vaciaos, vaciaos - exhortaba incansablemente a los discípulos. Así un día y otro día, con la misma insistencia que las aguas fluyen en el seno del río o el ocaso sigue al amanecer.
 
-Vaciaos, vaciaos.
 
Tanto insistiera en ello, que algunos discípulos acudieron a visitar al maestro y le dijeron respetuosamente:
 
-Venerable maestro, en absoluto ponemos en duda la validez de tus enseñanzas, pero...
 
-¿Pero?... preguntó el lama con una sonrisa en los labios.
 
-¿Por qué pones tanto énfasis en que nos vaciemos? ¿Acaso, respetado maestro, no acentúas demasiado ese aspecto de la enseñanza?
 
-Me gusta que me cuestionéis - dijo el lama-. No quiero que aceptéis nada que no sea sometido al escrutinio de vuestra inteligencia primordial.
 
-Ahora debo llevar a cabo sin demora mi práctica meditacional, pero solicito que todos vosotros os reunáis al anochecer conmigo en el santuario.
 
-Eso sí, queridos míos, quiero que cada uno de vosotros traiga consigo un vaso lleno de agua.
 
Los discípulos disimularon como pudieron su asombro e incluso alguno de ellos se vio obligado a sofocar la risa.
 
¿Será posible? O sea, que su maestro les pedía algo tan ridículo como que todos ellos fueran al santuario portando un vaso lleno de agua. ¿Se trataría de algún rito especial?
 
¿Sería una ofrenda que iban a hacer a alguna de las deidades? Fue transcurriendo el día con lenta seguridad.
 
Los discípulos no dejaban de conjeturar sobre la extraña solicitud del maestro.
 
Unos aventuraban si no se trataría de una ceremonia especial en honor de la misericordiosa Tara; otros pensaban que tal vez era que el lama les iba a hacer leer durante toda la noche las escrituras y que el agua era para evitar la excesiva sequedad de boca; otros confesaban no tener la menor idea del por qué de la insólita petición del lama.
 
El sol, anaranjado-oro, se comenzaba a ocultar tras los inmensos picos que se divisaban a lo lejos. Los discípulos tomaron cada uno de ellos un vaso y lo llenaron de agua. Luego, ansiosos por desvelar el misterio, fueron hasta el santuario y se presentaron ante el maestro.
 
-Bueno chicos - dijo el maestro riendo con su excelente humor-. Ahora vais a hacer algo muy simple. Golpead los vasos con cualquier objeto.
 
-Quiero escuchar el sonido, la música capaz de brotar de vuestros vasos.
 
Los discípulos golpearon los vasos. De los mismos no brotó más que un feo sonido sordo, desde luego nada musical.
 
Entonces el maestro ordenó: - Ahora, queridos míos, vaciad los vasos y repetid la operación.
 
Así lo hicieron los monjes. Vaciados los vasos, golpearon en ellos y surgió un sonido vivo, intenso, musical.
 
Los discípulos miraron al lama interrogantes. El lama esbozó una sonrisita amorosamente pícara y se limitó a decir:
 
-Vaso lleno no suena; mente atiborrada no luce. Os deseo felices sueños.
 
Los discípulos, un poco avergonzados, comprendieron al momento.
 
Nunca habrían de olvidar aquello de "vaso lleno no suena".
 
Reflexión:
 
"Cuando eliminamos los densos nubarrones de ignorancia de la mente, en el vacío original de la misma surge el revelador sonido de la iluminación."
 
Leyenda Hindú

29 de mayo de 2012

Tenemos vida

La mejor noticia que podemos recibir cada mañana es la de que aún continuamos con vida; sin embargo, lo más probable es que esta mañana hayas abierto los ojos, te hayas levantado apresuradamente y, aunque suene ilógico, te hayas percatado de todo, menos de que aún estas viv@.
 
¿Cuál es la diferencia entre vivir inconsciente de que se disfruta de estar viv@, y vivir consciente de estar gozando del privilegio de estar viv@? La diferencia estriba, indiscutiblemente, en que sin estar consciente de estar viv@, no se valora la vida; en cambio, estando consciente, se agradece, primero que nada, al Dios todo poderoso la gracia de estar viv@, y se valoran, por lo tanto, cada uno de los instantes en que uno permanece con vida.
 
Asegurar, de acuerdo al adagio popular, que “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, resulta demasiado fatalista: hay personas que en este mundo sí saben lo que tienen -la vida-, y disfrutan de ella compartiéndola con las de los demás.
 
Se tú una de estas personas. No caigas en el error de no saber lo que tienes hasta que lo haya perdido; resístete a formar parte de ese “nadie” que nunca supo que tenía vida y, por lo tanto, nunca supo valorarla.
 
Piensa cuál sería la reacción de una persona que hubiera muerto y que de repente, milagrosamente, se le otorga vida de nuevo. Tú no tuviste que morir ayer para estar viv@ hoy; sin embargo, ese regalo te fue otorgado nuevamente y no deja de ser el más maravilloso que hay.
 
Gracias Dios por permitirnos disfrutar el hermoso regalo de la vida y sobre todo aprenderla a valorar.
nbas

28 de mayo de 2012

Condiciones para vivir mejor

Si quieres bendición, empieza a ser obediente.
 
Si quieres ser respetado, debes respetarte a ti mismo, y a los demás.
 
Si quieres guiar a otros, debes aprender primero a dominarte a ti mismo.
 
Si quieres que te amen, empieza a amar a los demás y no solamente a los que aprecias.
 
Si quieres amigos, debes mostrarte amigo.
 
Si quieres justicia, se siempre justo con los demás.
 
Si quieres consideración, se siempre considerado con los demás.
 
Si quieres ser fuerte, se apacible pero valeroso.
 
Si quieres conservar tú reputación, busca buenas compañías.
 
Si quieres ser popular, nunca hables mal de tú prójimo.
 
Si quieres recibir, empieza a brindar.
 
Estas son solo algunas condiciones para que tu vida tenga un cambio, y las bendiciones se noten cada día mas.

26 de mayo de 2012

Feliz fin de semana

El criminal

Un hombre joven y fuerte, debilitado por el hambre, se hallaba sentado en la acera con la mano extendida hacia los transeúntes, mendigando y repitiendo la triste canción de su derrota en la vida, sufriendo el hambre y la humillación.
 
Al caer la noche, resecos los labios y la lengua, su mano aún estaba tan vacía como su estómago. Con las pocas fuerzas que le quedaban logró salir de la ciudad y sentarse bajo un árbol a llorar amargamente. Entonces elevó los perplejos ojos al cielo mientras el hambre le corroía por dentro, y dijo:
 
-Oh Señor, fui a ver al rico y le pedí empleo, pero él me lo negó por mi pobreza; llamé a las puertas de la escuela, pero aquello fue alivio prohibido, pues tenía las manos vacías; busqué cualquier ocupación que me diera de comer, pero las puertas estaban cerradas. Me volqué con desesperación a la mendicidad, pero Tus adoradores al verme me decían: "Eres fuerte y holgazán, y no deberías mendigar."
 
"Oh Señor, por Tu voluntad mi madre dio a luz, y ahora la tierra me devuelve a ti antes del Fin de los tiempos.
 
Su expresión cambió súbitamente. Se puso de pie, y ahora sus ojos resplandecían decididos. Con una rama confeccionó un bastón duro y resistente, y señalando con él la ciudad gritó:
 
-Clamé por un mendrugo de pan con toda la fuerza de mi voz y me fue negado. ¡Ahora lo obtendré con la fuerza de mis brazos! Clamé por un mendrugo de pan en nombre de la misericordia y el amor, pero la humanidad desoyó mi llamado. Ahora lo tomaré en nombre de la maldad.
 
Los años implacables convirtieron al joven en ladrón, asesino, y destructor de almas; aniquiló a sus adversarios; acumuló una fabulosa riqueza con la que triunfó sobre los poderosos. Fue admirado por sus colegas, envidiado por el resto de los ladrones, y temido por las multitudes.
 
Sus riquezas y falso prestigio influyeron sobre el emir para que lo nombrara alcalde de aquella ciudad: el triste proceder de los pérfidos gobernantes. Entonces los robos fueron legales; la autoridad alentó la opresión; el aniquilamiento de los débiles fue un lugar común; las muchedumbres sobornaron y adularon.
 
¡Así fue como la primera manifestación de egoísmo humano hizo criminales a los mansos, y asesinos a los hijos de la paz; así fue como la primitiva avidez de la humanidad creció y vive azotándose una y mil veces!
Gibran Khalil

Vivir con amor

Para poder ser feliz, debes amar. Porque parte de la felicidad consiste en sentir en el corazón esa llama avivada que hace que aún en medio del desierto, puedas sentir tu corazón inundado de amor.
 
El corazón late mejor cuando siente alegría y emoción. Cuando está sano porque hay paz en su interior. Cuando no siente iras, ni contiendas, ni amarguras. Cuando renuncia a la tristeza, porque sabe que no será eterna.
 
Para vivir a plenitud hay que respirar con libertad. Hay que recibir, pero también dar. Quien ama, temprano o tarde, recogerá el fruto. ¡Sonríe, piensa de forma positiva, deshazte del negativismo!
 
Toma tus decisiones, trabaja y lucha por hacer realidad tus sueños. Y cuando menos lo imagines, abrirás tus ojos y te verás donde esperabas o mucho más lejos aún, riendo satisfecho.
 
Pero para vivir mejor, hay que amar, amar, amar...
nbas

Superando obstáculos

A veces tenemos tanto que aprender de aquellos que nos han dañado, tanto que aprender de aquéllos que consideramos nuestros enemigos y en verdad no lo son, a veces tenemos tanto para decirles y qué terrible sería no hacerlo.
 
Por eso valoremos a aquellos que se exponen, que se hacen cargo de su actitud, de aquellos que ponen el cuerpo y piden perdón cuando se equivocan, con aquellos que se prestan para escuchar lo que tenemos que decirles, hoy, en una sociedad donde es más fácil esquivar la responsabilidad, donde es más fácil evitar la historia, donde es más fácil echarle la culpa al de afuera desligándose de todo. Ante estas personas lo que uno tiene que sentir es gratitud.
 
Tenemos que construir un presente liberándonos del pasado, de aquello que en una situación dada nos hizo daño y para esto hay que saltar algunos obstáculos que la vida nos depara.
 
Se trata de aprender que esos obstáculos no se pasan si antes no se produce un aprendizaje. Las cosas que nos suceden están en nuestra vida para que aprendamos de ellas porque sino aprendemos se volverán a repetir.
 
Los obstáculos que no se superan producen enojos y broncas que se estacan en nosotros y no nos permiten continuar de una manera sana con nuestra vida.
 
Cuando hablamos de un duelo, hablamos de la sensación de pérdida de algo o de alguien en nuestra vida, pero existen diferencias entre el dolor y el sufrimiento:
 
Porque el dolor es el tránsito por un espacio que me genera una sensación de estar herido por dentro. El sufrimiento es quedarse a vivir en ese lugar de dolor y no poder salir de el. El dolor en si es saludable si consideramos que nos permite ver que algo dentro nuestro nos está causando daño, es una llamada de atención a la que tendremos que ir para poder sanar.
 
La protesta difiere de lo que es la queja. Siempre es saludable hablar sobre aquello que no nos gusta, quejarse es instalarse de manera continua en una protesta.
 
Poner límites difiere del hecho de aislarse. Poner límites a alguien y decirle; "hasta acá llegaste porque no me gusta lo que haces" difiere del hecho de aislarme de todo y de todos porque no puedo o no se poner límites para que no me sigan lastimando. Es como si uno dijera “bueno no me enamoro mas de nadie porque la última vez que me enamore me lastimaron”, de alguna manera me aíslo, me preservo de... para que no me vuelva a suceder lo mismo.
 
La bronca como manifestación de desagrado difiere del enojo.
 
Para dar un ejemplo es como si me entrara una basura en el ojo, me enojo, me siento irritado, me siento molesto, no veo con claridad nada, estoy fastidioso y muchas veces terminamos enojándonos con quien no lo merece.
 
Entonces y solo entonces, habrá que aprender a poner en palabras esa bronca y decir “Esto no me gusta” porque si no lo hago seguramente esa bronca contenida se transformará en enojo.
 
Decía Aristóteles: “Enojarse es fácil, pero enojarse en la magnitud adecuada, con la persona adecuada, en el momento adecuado eso es cosa de sabios”.
 
Muchas veces la bronca contendida me lleva al enojo y ese enojo me genera angustia y cuesta manejarlo. Y esto sucede porque en muchas ocasiones sentimos temor de decir lo que nos pasa por miedo a que nos dejen de querer, de que nos dejen de aceptar, de que el otro sea quien se enoje con nosotros. Muchas veces nos guardamos dentro lo que queremos decir porque pensamos que si lo decimos tal vez lastimemos al otro, cuando en verdad a quien nos lastimamos es a nosotros mismos. A veces preferimos transitar el camino de enojarnos en silencio en vez de hablar o explicar lo que sentimos, o bien aislarnos cuando en realidad asi estamos pagando un precio que no queremos ni debemos pagar.
 
Cuando el enojo se instala, el enojo guardado comienza a doler y nos conduce al rencor, y del rencor pasamos al resentimiento el cual no tiene salida porque es como quedarse atrapado en una situación de la que cuesta mucho poder salir.
 
Muchas veces guardamos resentimiento contra alguien que ya no está presente en nuestra vida y nuestro problema no está en el afuera, está dentro nuestro, con todo aquello que el otro dejó instalado dentro mío, llamémosle, palabras hirientes, actitudes que no podemos olvidar y la falta de todo aquello que necesitábamos de esa persona. Lo importante entonces no es su ausencia sino la presencia en mi vida de todo lo que me faltó del otro, de aquello que la otra persona no pudo o no quiso darme.
 
El perdón se construye, se aprende, uno aprende a perdonar, no nace solo, se construye en el día a día hasta que llegue un punto en que no nos haga falta que venga el otro a pedirnos perdón, simplemente se perdona construyendo nuestra propia capacidad de perdonar, porque perdonar es liberador para quien perdona no para quien recibe nuestro perdón.
 
Habrá entonces que sacar todo afuera para que adentro nazcan cosas nuevas, como la confianza, el amor, la compasión que me va a conducir al perdón para librarme de todo aquello que me daña y poder seguir adelante.
 
"He dejado de ser para encontrarme, buscando detrás de lo que otros esperan de mi".
 
"He dejado de ser para buscarme, por debajo de lo que otros dicen que soy".
 
"He dejado de ser y me he encontrado, olvidando temores cara a cara conmigo, transparente y desnudo".
 
"He dejado de ser para brindarme sin pretensiones, ni competencias, sin miedos, ni apuros ni exigencias, para compartir y entregarte esto que soy, sin que importe ya más lo que he sido."
 
Jorge Bucay


24 de mayo de 2012

Discriminación

El capataz de una empresa frigorífica, tenía a su cargo veinte operarios y la mayoría eran de raza negra. El problema consistía en que era un racista que odiaba con todo su corazón a la gente de color y, por lo tanto, la relación que tenía con ellos era muy tensa. Cada vez que cometían algún error o las cosas no se hacían como él quería, aprovechaba para tratarlos muy duramente, cosa que no hacía cuando los que se equivocaban eran los de raza blanca.
 
La situación llegó tan lejos, que los empleados de raza negra no aguantaron más y abandonando sus puestos de trabajo, se fueron a la oficina del gerente de la empresa para presentar un reclamo formal.
 
-Señor, venimos a presentar la renuncia. Dijo uno de ellos.
 
-¿Por qué? ¿Qué es lo que pasa? Ustedes son mis mejores empleados, son un ejemplo, saben muy bien cuánto los aprecio, dijo el gerente.
 
-El problema no es con usted, sino con el capataz. Nos insulta a cada momento, nos maltrata constantemente y nos mira con odio, solo porque somos negros. No aguantamos más esta situación. Preferimos dejar nuestro trabajo a continuar en estas condiciones.
 
-Por favor, siéntense, pónganse cómodos que en unos minutos regreso, dijo el administrador.
 
Éste era un hombre de valores muy profundos y de una gran sabiduría. Se dirigió al lugar en el que se encontraba el capataz y le dijo:
 
-Buen día, Hugo, ¿podría usted pasarme el parte del trabajo que se ha realizado hoy?
 
-Si, señor, hasta el momento hemos procesado sesenta animales.
 
-En mis informes tengo anotado que entre ellos había reses con pelaje blanco y otras de color negro. Dijo el jefe.
 
-Así es señor -respondió el capataz.
 
-Necesito que me haga un favor, sepáreme en dos bandejas los sesenta corazones. En una de las ellas ponga los corazones de las reses blancas y en la otra los de las negras. En diez minutos lo espero en mi oficina para que me diga cuántos hay de cada clase.
 
El capataz se sorprendió por la petición de su jefe y a los diez minutos se dirigió a la oficina sin respuestas. Era imposible saberlo.
 
Al entrar en la oficina se encontró en una incómoda e inesperada situación, ya que sus compañeros todavía permanecían allí.
 
-Señor: es imposible hacer lo que usted me pidió, sabemos muy bien que todos los corazones son iguales. Dijo el capataz.
 
-Ese es el punto al que quería llegar, usted ha permitido que en su vida crezca un odio muy profundo hacia las personas de raza negra. Por eso al pedirle que separara los corazones he querido hacerle entender que todos hemos sido creados por Dios. Él nos ha dado un color distinto de piel, y eso es todo, porque nuestro corazón, sentimientos, pensamientos y todo nuestro organismo, funcionan y es exactamente igual en cada uno de nosotros. ¿Entiende lo que trato de decirle?
 
Perplejo y avergonzado por la situación, el capataz sintió en ese momento que había recibido la lección más importante de su vida. Sin dudarlo, abrazó a cada uno de sus compañeros y les pidió perdón, por haber sido tan cruel con ellos.
 
Al leer esta historia, cada uno de nosotros podemos sentirnos un poco identificados, porque seguramente hemos rechazado o despreciado a personas por ser feas, gordas, de raza negra, blanca, amarilla, de otra cultura, por ser bajitos o muy altos.
 
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"Si en tu mente existe la idea de la discriminación, imagina qué pasaría si un día tu esposo, esposa, alguno de tus hijos o alguien cercano, necesitara un trasplante de corazón, de una de aquellas personas que tanto odias"
nbas

El perdón

Qué fácil es hablar del perdón, pero que difícil es darlo.
 
Algunos han dicho que es un don el saber que estamos equivocad@s y que podemos ser perdonad@s; pero ¿qué pasa con los que se equivocan y nos hacen daño?
 
Algunas veces deseamos castigar a dicha persona, pero quienes salen más castigados somos nosotr@s mism@s y para liberarnos es necesario renunciar a esos sentimientos dolorosos que no son nuestros, sino que son de quien nos hizo daño, y hay que dejarlos ir.
 
Cuando sucede esto, me pregunto, ¿qué hubiera yo hecho en lugar de la otra persona que me hizo daño, si yo hubiera estado en la misma situación y circunstancias?
 
Casi siempre concluyo que en ese momento, lo que hizo esa persona fue su mejor opción para él o ella, aunque no para mí, y lo que la otra persona hizo fue sólo protegerse, no fue su intención hacerme daño.
 
¿Acaso no hice sentir yo alguna vez a otra persona de la misma manera?
 
¿Estaré pensando que mis sentimientos valen más que los de la otra persona?
 
Y de ahí viene la siguiente reflexión:
 
Me siento herid@, pero eso no significa que la otra persona sea mala o en verdad quiera hacerme daño. Simplemente la otra persona no conoce toda mi vida ni mi pasado, igual que yo no conozco el suyo, y no sabe lo que traigo guardado en mi historia personal.
 
El perdón no se pide, se da... Y la razón más importante para darlo es que me libero de una gran carga.
 
¿Qué prefieres? ¿Ser feliz o tener la razón?
nbas

23 de mayo de 2012

Feliz Miércoles

Superando obstáculos

A veces tenemos tanto que aprender de aquellos que nos han dañado, tanto que aprender de aquéllos que consideramos nuestros enemigos y en verdad no lo son, a veces tenemos tanto para decirles y qué terrible sería no hacerlo.
 
Por eso valoremos a aquellos que se exponen, que se hacen cargo de su actitud, de aquellos que ponen el cuerpo y piden perdón cuando se equivocan, con aquellos que se prestan para escuchar lo que tenemos que decirles, hoy, en una sociedad donde es más fácil esquivar la responsabilidad, donde es más fácil evitar la historia, donde es más fácil echarle la culpa al de afuera desligándose de todo. Ante estas personas lo que uno tiene que sentir es gratitud.
 
Tenemos que construir un presente liberándonos del pasado, de aquello que en una situación dada nos hizo daño y para esto hay que saltar algunos obstáculos que la vida nos depara.
 
Se trata de aprender que esos obstáculos no se pasan si antes no se produce un aprendizaje. Las cosas que nos suceden están en nuestra vida para que aprendamos de ellas porque sino aprendemos se volverán a repetir.
 
Los obstáculos que no se superan producen enojos y broncas que se estacan en nosotros y no nos permiten continuar de una manera sana con nuestra vida.
 
Cuando hablamos de un duelo, hablamos de la sensación de pérdida de algo o de alguien en nuestra vida, pero existen diferencias entre el dolor y el sufrimiento:
 
Porque el dolor es el tránsito por un espacio que me genera una sensación de estar herido por dentro. El sufrimiento es quedarse a vivir en ese lugar de dolor y no poder salir de el. El dolor en si es saludable si consideramos que nos permite ver que algo dentro nuestro nos está causando daño, es una llamada de atención a la que tendremos que ir para poder sanar.
 
La protesta difiere de lo que es la queja. Siempre es saludable hablar sobre aquello que no nos gusta, quejarse es instalarse de manera continua en una protesta.
 
Poner límites difiere del hecho de aislarse. Poner límites a alguien y decirle; "hasta acá llegaste porque no me gusta lo que haces" difiere del hecho de aislarme de todo y de todos porque no puedo o no se poner límites para que no me sigan lastimando. Es como si uno dijera “bueno no me enamoro mas de nadie porque la última vez que me enamore me lastimaron”, de alguna manera me aíslo, me preservo de... para que no me vuelva a suceder lo mismo.
 
La bronca como manifestación de desagrado difiere del enojo.
 
Para dar un ejemplo es como si me entrara una basura en el ojo, me enojo, me siento irritado, me siento molesto, no veo con claridad nada, estoy fastidioso y muchas veces terminamos enojándonos con quien no lo merece.
 
Entonces y solo entonces, habrá que aprender a poner en palabras esa bronca y decir “Esto no me gusta” porque si no lo hago seguramente esa bronca contenida se transformará en enojo.
 
Decía Aristóteles: “Enojarse es fácil, pero enojarse en la magnitud adecuada, con la persona adecuada, en el momento adecuado eso es cosa de sabios”.
 
Muchas veces la bronca contendida me lleva al enojo y ese enojo me genera angustia y cuesta manejarlo. Y esto sucede porque en muchas ocasiones sentimos temor de decir lo que nos pasa por miedo a que nos dejen de querer, de que nos dejen de aceptar, de que el otro sea quien se enoje con nosotros. Muchas veces nos guardamos dentro lo que queremos decir porque pensamos que si lo decimos tal vez lastimemos al otro, cuando en verdad a quien nos lastimamos es a nosotros mismos. A veces preferimos transitar el camino de enojarnos en silencio en vez de hablar o explicar lo que sentimos, o bien aislarnos cuando en realidad asi estamos pagando un precio que no queremos ni debemos pagar.
 
Cuando el enojo se instala, el enojo guardado comienza a doler y nos conduce al rencor, y del rencor pasamos al resentimiento el cual no tiene salida porque es como quedarse atrapado en una situación de la que cuesta mucho poder salir.
 
Muchas veces guardamos resentimiento contra alguien que ya no está presente en nuestra vida y nuestro problema no está en el afuera, está dentro nuestro, con todo aquello que el otro dejó instalado dentro mío, llamémosle, palabras hirientes, actitudes que no podemos olvidar y la falta de todo aquello que necesitábamos de esa persona. Lo importante entonces no es su ausencia sino la presencia en mi vida de todo lo que me faltó del otro, de aquello que la otra persona no pudo o no quiso darme.
 
El perdón se construye, se aprende, uno aprende a perdonar, no nace solo, se construye en el día a día hasta que llegue un punto en que no nos haga falta que venga el otro a pedirnos perdón, simplemente se perdona construyendo nuestra propia capacidad de perdonar, porque perdonar es liberador para quien perdona no para quien recibe nuestro perdón.
 
Habrá entonces que sacar todo afuera para que adentro nazcan cosas nuevas, como la confianza, el amor, la compasión que me va a conducir al perdón para librarme de todo aquello que me daña y poder seguir adelante.
 
"He dejado de ser para encontrarme, buscando detrás de lo que otros esperan de mi". "He dejado de ser para buscarme, por debajo de lo que otros dicen que soy".
 
"He dejado de ser y me he encontrado, olvidando temores cara a cara conmigo, transparente y desnudo".
 
"He dejado de ser para brindarme sin pretensiones, ni competencias, sin miedos, ni apuros ni exigencias, para compartir y entregarte esto que soy, sin que importe ya más lo que he sido."
d/a

21 de mayo de 2012

El camino de la fe

Érase una ves hace mucho tiempo un pueblo que se llamaba esperanza, aquel pueblo estaba siendo consumido por la oscuridad, gracias a un hechizo de un malvado mago que al odiar la esperanza lo había condenado a la oscuridad.
 
El rey al ver que su pueblo estaba a punto de convertirse en tinieblas convoco a los 3 hombres mas jóvenes y fuertes del pueblo para que fueran hasta donde estaba el malvado mago, lo combatieran y así destruir la oscuridad que estaba consumiendo al pueblo esperanza.
 
Los 3 hombres que se presentaron ante el rey para ir y hacerle frente al malvado mago fueron: un ciego, un científico y un imprudente.
 
Preparados los 3 hombres empezaron su viaje hacia donde estaba el malvado mago pero antes de llegar a donde el, llegaron a un lugar que tenia 3 caminos y cada hombre debía escoger uno...
 
El primer camino se llamaba fracaso y era el camino mas corto hacia donde vivía el mago, el segundo fe y era el mas largo, por ultimo estaba el camino realidad y era 3 veces mas largo que el camino fracaso y 44 veces mas corto que el camino fe.
 
El joven imprudente tomo el camino fracaso y emprendió la marcha, el científico tomo el camino realidad e hizo lo mismo, por último el ciego tomo el camino de la fe.
 
Paso una semana y el joven imprudente que había tomado el camino fracaso llego a donde el malvado mago, quiso enfrentarlo pero después de una semana de combate vio que el mago era muy fuerte y que el no estaba lo suficientemente preparado para enfrentarlo así que desistió de la lucha y cayo derrotado.
 
Al mes llego el científico que había escogido el camino realidad, empezó a luchar con el mago pero pasado un mes y al ver que la realidad era que el mago era muy fuerte y en todo un mes el no había logrado hacerle el menor daño decidió rendirse y cayo derrotado.
 
Pasado un año llego el ciego que había escogido el camino de la fe y retó al mago a combatir, el mago ataco al ciego mostrándole la realidad de su vida, comparando su poder con el de el, pero como era ciego no pudo ver lo que el mago le mostraba, siguió luchando con las fuerzas y habilidades que había obtenido durante su largo viaje por el camino de la fe y después de un año de fuerte combate el mago al ver su realidad y ver que se quedaba sin poderes cayo rendido ante el ciego reconociendo su fracaso.
 
El ciego volvió al pueblo llamado esperanza y en sus manos traía la luz que iba a destruir la oscuridad que consumía al pueblo llamado esperanza, el rey al ver que el ciego llegaba triunfante le pregunto:
 
-¿Como había podido vencer a un mago tan poderoso y aun siendo ciego ?
 
El ciego le respondió:
 
-Tenemos que perseverar siempre por lo que se quiere, porque con la fe se alcanza lo que no se puede ni con la realidad ni el fracaso!

La prisión del odio

Dos hombres habían compartido injusta prisión durante largo tiempo en donde recibieron todo tipo de maltratos y humillaciones.
 
Una vez libres, volvieron a verse años después.
 
Uno de ellos preguntó al otro:
 
-¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros?
 
-No, gracias a Dios ya lo olvidé todo
 
-contestó-. ¿Y tú?
 
-Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas -respondió el otro.
 
Su amigo lo miró unos instantes, luego dijo:
 
-Lo siento por ti. Si eso es así, significa que aún te tienen preso.
 
Cuento Orienta


Las críticas

Si alguien tiene cien virtudes y un defecto, muchas personas resaltarían el defecto, ignorando todo lo que es positivo. Generalmente, quien hace eso está permanentemente justificando la existencia de sus propias debilidades, que lo incomodan.
 
Al criticar a los demás, aunque sea en broma, estamos siendo portadores de la tristeza, que el otro acepta rápidamente. Es como hacer que alguien tropiece, lastimándolo. Mientras el dolor continúe, él no olvidará su causa. Criticar a los otros es difamarse a sí mismo.
 
Al hacer una comparación de cualidades podemos provocar los celos, que traen angustia al yo y perturbación a los otros.
 
La ira que nace de la propia derrota quema al ser por dentro y no permite la sensatez necesaria para juzgar adecuadamente lo que está sucediendo. Si por ira yo fuerzo una situación ya sea en la forma de terquedad, impaciencia, petulancia u obstinación y miro hacia atrás para ver quién me está acompañando, no encuentro a nadie.
 
El aprecio verdadero elimina la crítica, el contentamiento derrota a los celos y la paz del auto respeto le quita fuerza a la ira.
nbas

18 de mayo de 2012

Feliz fin de semana

La batalla de la vida

Esta reflexión la quiero dedicar a las personas que luchan por algo día tras día, aquellas personas que al dar 1 paso parece que retrocedieran 2, pero que sin embargo se mantienen de pie en la pelea por sus sueños, que aunque la armadura de su vida se encuentra rota saben que mientras tengan vida tienen esperanza, que todo es posible si se puede creer con todo el corazón y sobre todo que la fe mueve montañas.
 
Si te sientes cansad@ o sientes que perdiste la batalla, hoy te quiero dar una noticia, en una guerra existen muchos combates pero lo importante no es cuantos combates o batallas ganas, lo importante es ganar la guerra, y tu te preguntas pero como puedo ganar la guerra si me siento tan derrotad@?
 
La respuesta es muy simple, las guerras las ganan los que ¡se mantienen vivos!, si... parece una respuesta muy boba pero encierra una gran verdad.
 
Mientras hay vida hay esperanza y aun la luz mas pequeña brilla en la oscuridad, en la historia de nuestras vidas vamos a tener momentos buenos y malos pero recuerda que Dios nos dio un regalo muy grande, y ese regalo es la capacidad de decidir, tu decides si sonríes o si te enojas, si eres buen@ o mal@, eres el(la) dueñ@ de tus decisiones y de tus pensamientos, recuerda lo que dice en proverbios: ” Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”.
 
Tú eres lo que piensas que eres, recuerda que no nos guiamos por vista si no por fe, la cuestión no es lo que tu ves, si no lo que tu crees ya que al creer con todo tu corazón desarrollaras la fe que crea milagros.
 
Las situaciones que pasas o la que estas pasando son solo el alimento de tu fe, recuerda la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, no trates de usar la fe con tus ojos porque la fe es ciega, el único que puede darle vista a la fe es Dios por medio de su palabra.
 
Así que no te deprimas recuerda que la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto y para que exista la luz primero tiene que haber oscuridad.

El tren del dinero

El día de hoy quiero compartirles una reflexión financiera que se que a muchos les servirá en su vida y sobre todo les será de mucha bendición.
 
Por el título ya se imaginan que es respecto al dinero, nuestra vida financiera es como un tren en el cual muchos van montados, otros se están montando y algunos todavía lo están esperando…
 
Me gustaría que cerraras tus ojitos, te visionaras a ti mism@ y seleccionaras uno de estos 3 lugares:
 
A - Estas esperando el tren
B - Te estas subiendo a el
C - Ya estas montado en el tren
 
Si tu respuesta es: A - Estoy esperando el tren, déjame decirte mi querid@ amig@ que te vas quedar esperándolo toda la vida, ya que el conductor de el tren del dinero eres solamente tu y hasta donde se los trenes no se manejan solos o por lo menos no este….
 
Si tu respuesta fue: B - Me estoy subiendo a el, déjame decirte que abras muy bien los OJOS, no vaya ser que te subas en el tren equivocado y tu recorrido sea muchísiiiiiiiimo mas largo, piensa muy bien en qué negocio te vas a meter, recuerda que todo tiene su tiempo en la vida y todo lo que esta debajo del cielo tiene su hora.
 
Si tu respuesta fue: C - ¡¡Ya estoy montad@ en el!!, bueno solo espero que lo sepas conducir, porque existen muchos que tienen trenes de Dinero, algunos hasta nacen en ellos, pero muy pocos los saben manejar y tristemente por no tener el carácter y las habilidades suficientes para manejar su tren, se estrellan y lo pierden todo.
 
El tren del dinero es tu situación financiera de la cual solo tu eres responsable, recuerda que Dios ya te dio su bendición, eres mas que vencedor en todo lo que te propongas, no existe limite para el poder de Dios, "Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios", solamente recuerda siempre tener el tanque de tu tren lleno con la gasolina celestial que es la fe y estoy segura que tu tren hasta podrá volar.
 
Así que te invito que te ubiques en el lugar V de VICTORIA y que manejes tu tren con el mejor copiloto que existe el cual es Dios, que en caso de que cometas un error el siempre estará ahí para ayudarte.
 
*****
 
Y en cuál están ubicados ahora?

17 de mayo de 2012

❀Cactus, Suculentas❀ (15)


Orostachys Iwarenque




La sinceridad

La sinceridad no es algo que debemos esperar de los demás, es un valor que debemos vivir día a día para tener amigos, para ser dignos de confianza…
 
Para ser sinceros debemos procurar decir siempre la verdad, esto parece muy sencillo, pero muchas veces cuesta más de lo que se cree.
 
Se utilizan las "mentiras piadosas" para ocultar cualquier cosa que para nosotros es una tontería, pero que en realidad a la persona que mientes haces daño, y esta pequeña mentira que en un principio no es nada se va haciendo más y más grande hasta que la verdad se acaba sabiendo y sorprendiendo a quien mientes.
 
La sinceridad no sólo se ve en las palabras, sino que también se demuestra por medio de nuestras actitudes.
 
Cuando se aparenta lo que no somos (en la edad, trabajo, amistad…) se tiende a aparentar lo que no se es (más joven, inteligente, educados…). Si se descubre la gran mentira que nos han hecho creer se nos viene a la memoria el refrán:
 
"Dime de que presumes… y te diré de que careces"y entonces se produce una gran desilusión ya que se pierden las esperanzas de lo que la persona no es en realidad.
 
También debo indicar que "decir" siempre la verdad con palabras es una parte de la sinceridad, pero también hay que "actuar" de acorde con la verdad.
 
Para ser sinceros se necesita tener mucho "tacto" y esto significa que cuando debemos decirle a una persona la verdad de lo que pensamos y esta verdad lo puede incomodar debemos utilizar las palabras, las expresiones correctas ya que el primer propósito es "ayudar" a esa persona, y esto es necesario para que la persona escuche y vea que lo que se le dice va con buenas intenciones y sin ánimo de ofenderla.
 
La sinceridad también requiere valor ya que a la hora de decir la verdad a un amigo o a una amiga por ejemplo, podemos perder una buena amistad y así tratamos de justificar diciendo que no la decimos por no perder esa amistad o por el concepto que se tiene de la persona.
 
La persona sincera siempre dice la verdad, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al qué dirán. Ya que vernos sorprendidos mientras mentimos es más vergonzoso aún.
 
Al ser sinceros aseguramos nuestras amistades, somos más honestos con los demás y a la vez con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas dignas de confianza por la autenticidad que hay en nuestra forma de comportarnos y nuestras palabras.
 
A medida que nos vamos haciendo mayores, la sinceridad debe ir en aumento y debe convertirse en un elemento básico para vivir nuestra vida con autenticidad.

El vino nuevo

Muchas veces le pedimos a Dios muchas cosas, creemos que tenemos la fe para alcanzarlo sin embargo no vemos en nuestra vida la realización de lo que tanto pedimos o deseamos, la respuesta al ¿por qué? pasa eso la podemos encontrar en Marcos 2:22 y es que queremos echar vino nuevo en odres viejos, pero ¿qué es el vino nuevo? y ¿qué son los odres ?
 
Los odres son tu forma de pensar y el vino nuevo son la bendiciones que Dios tiene para ti, si tu no cambias tu forma de pensar simplemente no vas a tener nada nuevo en tu vida, lo que digo lo confirma San Pablo en romanos 12:2 :
 
-“Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto”
 
¿Sabes? algo tan simple como cambiar tu forma de pensar, puede hacer cosas tan grandes en tu vida, “porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación”, con tu corazón (mente) crees para justicia, reclama con fe lo que es tuyo, recuerda lo que dice en proverbios 23:7 :
 
-"Pues como piensa dentro de sí, así es…” , eres lo que piensas que eres y me gusta recalcar esto porque a muchos ven cuan grande es el problema, mas se les olvida ver realmente cuan grande es su Dios.
nbas

16 de mayo de 2012

Frases





Una historia en el desierto

Hace muchos siglos un hombre árabe llamado Beremis Samir, conocido por su sabiduría, caminaba un día de viaje cuando se encontró en la mitad de un camino a 3 hombres que discutían calorosamente frente a un lote de camellos…
 
Y al detenerse Beremis Samir y preguntarles el motivo de la discusión, uno de los alegadores le respondió lo siguiente:
 
-“Somos hermanos y recibimos estos 35 camellos como herencia de nuestro padre, que acaba de fallecer. Yo, porque soy el mayor, debo quedarme, conforme a la voluntad del finado, con la mitad de los 35 camellos. Este, que es el segundo, debe recibir la tercera parte. Y aquel, que es el menor, la parte novena de los treinta y cinco camellos”.
 
-Pero es imposible hacer tales cálculos según lo dispuesto por mi padre, respondió otro de los 3 hermanos.
 
Beremis Samir pensó por un momento, se bajo de su camello y lo agrego al lote de los 35 camellos y les dijo, señores:
 
-Agregando mi camello se suman 36
 
Los otros se quedaron sorprendidos por la generosa actitud de aquel hombre, pero aguardaron callados a que la esclareciera. Y así lo hizo, en efecto, Beremis Samir.
 
-“Agregando mi camello a los vuestros, hacen treinta y seis. De modo que… toma tú la mitad que te corresponde”.
 
Separó Beremis para el mayor de los hermanos la mitad de 36, o sea, 18 camellos.
 
Volviéndose, enseguida, al segundo hermano, prosiguió:
 
-“Tú debías recibir la tercera parte. Siendo treinta y cinco camellos, no habría sido posible que la recibieras, pues la tercera parte de treinta y cinco son once y pico. Y los camellos no tienen pico. Pero ahora, siendo, con el mío que agregué a los vuestros, treinta y seis…ten. Ahí van tus doce camellos: la tercera parte exacta de treinta y seis, como ves”.
 
-Queda por darte tu parte le dijo baremis al último hermano , según el testamento de tu padre es la novena parte y la novena parte de 36 son 4 camellos , así que tómalos
 
Y el menor de los hermanos los tomó, muy contento. Entonces, Beremis Samir sumó lo que había repartido y dijo:
 
-“Pues ya has recibido dieciocho camellos tú, doce el segundo hermano y cuatro camellos el menor, aún habiendo recibido cada uno más de lo que les hubiese correspondido ser sólo treinta y cinco camellos… entonces sumemos: 18 más 12 son 30. Más 4, 34. Quiere decir que de los treinta y seis camellos, sobran dos. Uno es el que yo puse. Y el otro, el que me corresponde por haberlos ayudado a resolver el problema”.
 
Y Beremis Samir dejó a todos los hermanos contentos y, montando en su camello nuevamente, se fue con el otro camello que había ganado por su ayuda …
 
***********
 
Esta historia es un claro ejemplo de lo que está escrito:
 
“El que siembra escasamente también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”
 
Para poder recibir primero debemos dar , esa es una ley de la vida y divina.
nbas

Reflexiones de vida

Algunas personas dicen que las palabras son solo palabras, yo creo rotundamente que eso no es verdad, las palabras tienen el poder de condenar y destruir a una persona, así como la de absolver, consolar y dar vida.
 
Por ejemplo:
 
Si alguien no te quiere como tu quieres, No quiere decir que no te quiera con toda su alma.
 
Muchas veces creemos que alguien no nos quiere como quisiéramos simplemente porque esa persona no demuestra su afecto como nos gustaría.
 
Pero debemos entender que todos somos diferentes, algunos mas tímidos, otros no tanto.
 
Lo que debemos entender es que algunas veces una demostración de afecto que alguna persona nos da y para nosotros es poco, para ella por su forma de ser puede ser todo lo que puede dar.
 
Nunca juzguemos por las apariencias, si no que tratemos de ver más allá de lo que nuestra razón puede ver.
 
Dejémonos guiar por el regalo perfecto que nos dio el Creador llamado Amor y de esa forma entenderemos mejor el comportamiento de los demás.
nbas

12 de mayo de 2012

Sabes que tienes alas?

Sabes que puedes volar? .... ¿ Y qué es volar ?...
 
Es comenzar por tener un sueño.
Es estar comprometida con los sueños.
Es tener confianza en sí misma.
Es aceptar lo que no se puede cambiar.
Es saber cambiar a tiempo.
Es volver a empezar.
Es reconocerme en mis logros.
Es saber disfrutar de mis logros y de lo que tengo.
Es reconocer que me equivoqué y pedir perdón.
Es reconocer que detrás de cada acierto puede haber varios fracasos.
Es enamorarse de lo que uno hace.
Es no postergar y hacer algo ahora.
Es darse cuenta que estás eligiendo a cada momento.
Es reconocer las propias debilidades y fortalezas.
Es no parar jamás hasta conseguir tus sueños.
Es saber con que fin hacemos las cosas.
Es no mirar hacia atrás.
Es actuar con entusiasmo.
Es transitar caminos desconocidos.
Es probar a hacer algo que nunca hicimos.
Es probar a hacer algo de una manera diferente.
Es saber que no estamos solas.
Es no rendirse jamás!
nbas

¿Qué es una madre?

Una madre es el ángel que Dios pone en nuestra vida desde el momento mismo de la gestación.
 
Una madre es...
 
*Esa persona que con toda delicadeza nos cuida en nuestra etapa de indecisión, nos enseña con amor a valernos en la vida y nos levanta con dulzura ante cada caída.
 
*Esa mujer, que no duerme cuando estamos mal, que vive en carne propia cada uno de nuestros sufrimientos y que se alegra con cada alegría y logro nuestro… como si fuera suyo.
 
*Es la mujer que está ahí, sin miramientos, sin egoísmos. Es el amor de Dios hecho mujer, el más sincero, el más puro. Que daría la vida por nosotros, si fuera necesario. Siempre deseosa de hacernos bien, y aunque como ser humano pueda equivocarse, nunca lo hace por maldad.
 
*Es el ser sublime con el que aprendemos el verdadero significado de la palabraAMOR, CONTENCIÓN, ENTREGA, SINCERIDAD.
 
No elegimos donde nacer, nuestra madre tampoco nos elige, pero sea como sea que venimos al mundo, para ella somos lo más sagrado, lo más sublime y lo más hermoso.
 
Te doy gracias Dios por la madre que me haz regalado, porque ella con tu luz, me enseñó a ser lo que soy hoy día. Mis logros son tus logros madre mía. Son fruto de tus desvelos, de tus consejos y risas… y porqué no decirlo, muchas veces de tus lágrimas… que hoy ya adulta los valoro con ternura y los admiro por tu fuerza de no decaer nunca aunque muchas veces habrás sentido que ya no dabas más. Esto es lo que siento hacia ti, mi mamita, mi ángel, mi maestra, mi ejemplo… y MI MEJOR AMIGA.
 
Es triste tener que admitir que la vida nos hace fríos e indiferentes, tanto como para que fluyan más fácilmente las palabras ante una carta impersonal, pero que sale del alma, pensándote, sintiéndote en el corazón… Aunque me cueste decírtelo de frente, TODO ESTO QUE ESCRIBO eres tú, mi madre, mi ángel enviado por dios hecho mujer y madre.
 
Te quiero mucho mamita y ...gracias por todo lo que me haz dado y me sigues dando.
nbas

10 de mayo de 2012

El rostro

Decide cuál rostro llevarás por dentro, y ese será el que mostrarás.
 
El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.
 
Las cosas mas bellas del mundo no se ven ni se tocan, solo se sienten con el corazón.
 
No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones y la imagen que proyectas.
 
Lo mas bello del día es cuando al terminar la jornada te recuerdas todo las buenas acciones que hiciste.
nbas

La imagen de mamá

A los 4 años: "¡Mi mamá puede hacer cualquier cosa!"
 
A los 8 años: "¡Mi mamá sabe mucho! ¡Muchísimo!"
 
A los 12 años: "Mi mamá realmente no lo sabe todo."
 
A los 14 años: "Naturalmente, mi madre no tiene ni idea sobre esto"
 
A los 16 años: "¿Mi madre? Pero ¿qué sabrá ella?"
 
A los 18 años: "¿Esa vieja? ¡Pero si se crió con los dinosaurios!"
 
A los 25 años: "Bueno, puede que mamá sepa algo del tema..."
 
A los 35 años: "Antes de decidir, me gustaría saber la opinión de mamá."
 
A los 45 años: "Seguro que mi madre me puede orientar"
 
A los 55 años: "Qué hubiera hecho mi madre en mi lugar?"
 
A los 65 años: "¡Ojalá pudiera hablar de esto con mi mamá!" ¡
 
¡FELICIDADES A TODAS LAS MADRES EN SU DÍA!!

Ayer soñé

Ayer:
Soné que mi madre me tenía entre sus brazos, su rostro era dulce.
 
Ayer:
Soñé que mi madre me levantaba y me besaba.
 
Ayer:
Soñé que mi madre me levantaba y me besaba, y también me apresuraba, me daba desayuno y tomada de su mano, me llevaba a la escuela.
 
Ayer:
Soné que discutíamos fuertemente, yo le decía “no me entiendes” ella suavemente respondía “es por tu bien”, ayer soné que lloraba en el hombro de madre, le contaba de cómo aquel hombre me rompió el corazón.
 
Ayer:
Soné que mamá me tomaba de la mano y me decía “puja, puja, ya nació, es niña”.
 
Ayer:
Soñé conmigo en una cama de hospital, gravemente enferma, mamá me decía con la misma fortaleza de siempre. “échale ganas, sal de aquí, afuera hay alguien que te necesita”.
 
Ayer:
Veo a mi madre sentada, frente al televisor, con su rostro cansado de tan interminable trabajo, y me doy cuenta que no fue un sueño, y soy feliz, feliz de tenerte conmigo.
 
Gracias por siempre estar a mi lado, ¡gracias madre mia!

9 de mayo de 2012

Pon de pie tu alma

Existe un ser fuerte dentro de ti. Un ser capaz, un ser valiente, decidido, dispuesto a soportar todos los dolores. Dispuesto a caminar firme el camino que se propuso recorrer.
 
Ese ser se agita dentro de tu interior. Se agiganta, se hace apto, intenta escapar y enfrentar a pecho abierto, todas las dificultades. Ten la certeza de que este Ser tiene las soluciones y la fuerza necesaria, que desees y precises, para salir de todas las situaciones que en la vida enfrentas.
 
Pero si tú, en tu gran sufrimiento, ciego en tu inmenso dolor, buscas consuelo en tu propio ego, te pierdes tanto dentro de ti mismo, que este Ser Grandioso, amarrado a esta enorme auto piedad, no consigue salir y dejar fluir toda tu capacidad de comprensión, de entrega y de amor.
 
La vida es hecha de momentos Buenos y Malos, Alegres y Tristes Tu eres hecho de varios “yoes” el Fuerte y el Débil, el Alegre y el Triste, el Valiente y el Cobarde.  Honesto contigo mismo, date la oportunidad de experimentar todos estos Seres. Pero no te olvides, entre una y otra vez, de regalarle siempre a cada uno de estos “yoes” la ocasión de Ser Feliz.
 
Mira a tu alrededor, hazte necesario, eres necesario, útil a ti mismo, a tu comunidad, y a la humanidad. Deja que los seres que habitan en ti, fluyan. Levántate!, enjuga tus ojos, procura mirar a tu alrededor. Tu no estás solo, vas a la lucha! Sal de la inercia, asume tus propias culpas, tus dolores, tus desamores. Así pasarás a conocerte mejor, sentirte mejor y a gustarte de ti mismo.
 
Verás, entonces, que muchas puertas se abrirán. Y la mas importante de todas, será aquella que se abrirá dentro de ti mismo porque, por ella descubrirás que tu alma nunca esta durmiendo…
 
¡¡¡Siempre está de pie!!!
nbas

Carta para mi Madre

Mami:
hoy te escribo esta sencilla y humilde carta, por tantos , pero tantos motivos... la principal porque te quiero, y además porque hoy es tu día.
 
Es bueno saber que existe este día, realmente creo que cada hij@ en este mundo tiene que estarle agradecido a su madre por cada cosa, quizás haya chic@s que ya no la tengan; yo le doy gracias a Dios porque te tengo, y porque todavía puedo compartir cada minuto de mi vida contigo; por eso te escribo esto, para poder de alguna forma expresarte todo lo que siento:
 
*Gracias mamá por ese día en que me enseñaste a dar mi primer pasito, porque me diste la seguridad de tus brazos, que me sostuvieron siempre para que no me caiga.
 
*Gracias mamá porque junto a ti aprendí el significado de la palabra más hermosa: AMOR.
 
*Gracias mamá por cada velita que me ayudaste a apagar en mis cumpleaños.
 
*Gracias mamá por pasar noches enteras orando y velando por mi cuando yo estaba en un problema o cuando estaba enferm@.
 
*Gracias mamá por compartir todas mis alegrías y por ayudarme en mis tristezas.
 
*Gracias mamá por escucharme, aconsejarme, por luchar por mi, por darme tu hermoso hombro para que pueda llorar en él, y compartir tus lágrimas para luego sonreír porque juntos habíamos encontrado la solución.
 
*Gracias mamá porque hiciste cumplir mi mayor deseo y quizás el sueño de mi vida, porque sufriste día y noches enteras en hacer lo mejor para que yo pueda ser feliz.
 
...Es tanto lo que tendría que escribir, que se acabaría la tinta. Pero sé que mis labios no podrían nunca dejar de decir todo lo que siento por ti, todo lo que tengo que agradecerte; ni tampoco mi corazón dejaría jamás de quererte, porque el día que eso suceda entonces ya no latiría.
 
Mami, gracias, sólo gracias y recuerda que te súper quiero y disfruta al máximo este día que es el mejor porque es sólo tuyo, sólo tuyo mamá.
 
¡¡FELIZ DÍA MADRE QUERIDA!!
nbas

5 de mayo de 2012

La leyenda del árbol

Después de crear la luz, las estrellas, el sol, la luna, el agua, las nubes y la tierra; Dios quiso crear los seres vivos, y empezó con las plantas.
 
Y así creó la hierba que la hizo verde, fresca y suave. Viendo que era buena se animó y creó las flores dando rienda suelta a su imaginación (¡figúrate lo que puede dar de sí la imaginación de Dios!) y las hizo de todos los colores tamaños y formas.
 
Aquí también quedó satisfecho, así que pensó en avanzar un poco más y formó los arbustos y matorrales más duros y resistentes. Y cuando ya había ensayado con el herbaje las flores y los arbustos, decidió culminarlo todo con la obra maestra de los vegetales e hizo los árboles.
 
Uno alto, espigado, con hojas pequeñas y gruesas, y el tronco resinoso.
 
Era bonito, pero Dios quiso hacer otro mejor aún, así que puso todo su amor e hizo otro con tronco mucho más grueso, con unas ramas que se abrían y bifurcaban infinitas veces formando ramas inmensas llenas de hojas. ¡Y qué hojas!... Grandes, con forma de estrella, y de un verde, que al soplar el viento producían unos brillos de lentejuelas y un susurrar que calmaba al más espírico.
 
Y todo ello sustentado por raíces tan grandes y fuertes que sobresalían de la tierra. Y tal era el aspecto del nuevo árbol que daba la impresión de que si no estuvieran ahí todo el árbol subiría a los cielos.
 
Era, con mucho, el más bonito de todo el Jardín del Edén. Tanto era así que los pájaros, cuando todo estuvo creado, buscaban sus ramas para anidar, las ardillas buscaban las rugosidades de su corteza para cobijarse, todo tipo de animales buscaban sombra bajo sus ramas, se rascaban en su tronco. Todos estaban muy felices con ese árbol tan bonito. Todos… menos él.
 
Siempre estaba refunfuñando y de mal humor. Un día Dios le preguntó el motivo de su enfurecimiento y él le dijo:
 
-¿Por qué me has maldecido así? ¿Qué he hecho yo? No comprendo qué afrenta te habré causado para que me pongas estas ramas tan grandes y pesadas, que encima tienen que soportar estas infinitas y enormes hojas que son muchas más de las que puedo cargar. ¡¿No ves que pesan mucho?!
 
El otro árbol lleva con ligereza esas hojitas minúsculas que le has dado, pero yo debo cargar con semejante lastre. Me has hecho mal. ¡No quiero éstas hojas!
 
Dios, al ver su cerrazón le dijo:
 
-De acuerdo, si crees que es lo mejor así sea. A partir de mañana no tendrás hojas.
 
El árbol se quedó encantado ante la idea y esa noche durmió feliz y esperanzado. Por la mañana se llenó de júbilo al ver que todas sus hojas estaban secas en el suelo. Pero pronto su alegría se tornó en tristeza.
 
Ya nadie iba a acogerse bajo su sombra, las ardillas ya no correteaban por él, los pájaros ya no anidaban sobre sus ramas. Bien es cierto que antes eran un incordio con sus piares, sus arañazos, su continua presencia no le dejaba descansar, pero estaba ahora tan solo, y pasaba tanto frío que empezó a llorar.
 
Tanto lloró que Dios se apiadó de él y le dijo:
 
-Ahora te das cuenta de tu gran soberbia y comprendes que no hay nadie más sabio que Yo. Esas hojas que te di eran precisamente lo que te hacía el ser el más deseado. ¿No compensaba eso con creces el peso de las hojas? ¿No te das cuenta de que ya te había dado yo fuertes ramas para sujetar semejante follaje?
 
Voy a devolverte tus hojas, pero para que no se te olvide tu osadía todos los años, en invierno te quitaré tus hojas, y para que compruebes Mi misericordia te las devolveré en primavera, y así el resto de los animales podrán volver a disfrutar de tu sombra.
 
Y así fue. Y el árbol, cada vez que apreciaba el peso de sus hojas se alegraba al pensar en la gran suerte que tenía al llevar semejante peso.
 
Y esto se transmitió de generación en generación entre todas las familias de los árboles descendientes de aquel árbol. Y es por eso que aún hoy hay árboles a los que se les caen las hojas.
D/A

Feliz Día de la Madre




4 de mayo de 2012

Los valores

Podrían ser cualidades, costumbres, mitos, pero lo que sí, es que cada quién como individuo elige los valores que quiere mostrar ante una sociedad que juzga; porque no mencionarlo, la falta de valores, pero; ¡Quién decide que es los que esta bien o está mal! pero ¿es alguien tan perfecto como para poder juzgar a los demás por sus actos y falta de valores, sin caer en los mismos errores?...
 
Creo que la respuesta a estas preguntas es que cada quien cree lo que quiere en la vida y para eso hay opciones.
 
Hay quienes se basan en los valores humanos, que sólo perseveran buscando la estabilidad y el reconocimiento ante una sociedad que no perdona y sólo tiene memoria para recalcarte tus errores sin ver tus acierto, que no respeta tu libre albedrío, que sólo enjuicia, dice y trata de lo que está bien o está mal, sin tomar en cuenta causas y efectos.
 
Los valores humanos fallan porque no hay nadie perfecto, ni esa persona en la que tanto confías porque como todo ser humano en algún momento deja todo por nada, falla y comete errores.
 
Por lo cual poco a poco va hacia la decadencia, al creer que no hay quien merezca tu ilusa perfección, pero los seres humanos también culpan al otro de sus errores, de su desequilibrio, siendo que el equilibrio es uno mismo; pero no, la sociedad solo juzga y pide cuentas.
 
Pero también hay quien cree en el valor espiritual, en el que hay un ser supremo que te guía y sabe que existe un destino, en el que hay miedos, pero en el que hay que recorrer los caminos solo con fe.
 
En el que nuestro ser supremo olvida y perdona y respeta nuestro libre albedrío, que entiende nuestras necesidades de ser escuchados y de afecto, el que no modifica sus valores porque todos llevan a una meta. Ese ser supremo en el que se cree pregunta el ¿por qué?, no tiene juicios, tiene preguntas.
 
Así cada persona tiene los valores que demuestran realmente en sociedad y no de los que algunos se mofan pero en realidad carecen…

 

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