Cuando el dolor nos inunda, quizá podamos descubrir el significado de la verdadera amistad.
El gozo está escondido en la tristeza y la tristeza en el gozo. Si intentamos evitar la tristeza a todo costo, es posible que nunca experimentemos el gozo.
Si desconfiamos del éxtasis, tampoco podrá tocarnos la agonía.
El gozo y la tristeza son los padres de nuestro crecimiento espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario