Con la respuesta de este niño podemos aprender a cumplir nuestro papel de iluminar este mundo. A partir de este momento, tenemos la gran responsabilidad de ser estrellas que brillen en el mundo, tenemos que ser agujeros de la alfombra de Dios, por nuestra vida tiene que pasar la luz de Cristo.
-Tenemos que ser estrellas que generen luz en el trabajo.
-Tenemos que ser estrellas que den luz en el hogar
-Tenemos que ser estrellas que brillen en la calle, en los parques, en los centros comerciales. Es necesario que nuestras acciones, nuestro caminar, la forma de vestir, nuestra forma de hablar, y nuestra forma de vida en general testifiquen que hay algo diferente en nosotros, esta diferencia hace que seamos estrellas vivientes, alfombras de Dios, Todos las demás tienen que ver que por los agujeros de nuestro corazón brilla la luz de Cristo, luz que brilla en las tinieblas.
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